La San Silvestre de 2018 ha congregado un total de 10.800 corredores en las ediciones de Gijón y Oviedo. Todos ellos corrieron con una motivación diferente; menos uno de ellos, que lo hizo con dos objetivos: ganar la carrera popular en ambas ciudades, lo que le haría entrar de lleno en la historia de las pruebas asturianas de fin de año.

El atleta que intentó este reto es Mohammed Bakkali (Tánger, 1995). Compite en el club de atletismo de la Universidad de Oviedo y es uno de los fondistas más prometedores de toda la región del Principado de Asturias, lugar en el que se afincó con siete años junto a su familia. Bakkali ya ha demostrado sus cualidades en diferentes pruebas como el campeonato regional de cross o la propia San Silvestre de Gijón, donde se alzó con la victoria en 2017.

Este año, quiso dar un paso más y ver su nombre junto al de otros grandes atletas asturianos al hacerse con la victoria en Oviedo y Gijón. Hasta el momento, solo dos corredores han conseguido el doblete en ambas pruebas: Bruno Toledo en el año 2000 lo hizo por primera vez y Marcos Peón hizo lo propio en 2007. 

Dos San Silvestres con 75 minutos de descanso

La diferencia entre ellos y Bakkali es que habitualmente ambas carreras tenían sus respectivas salidas con bastante margen horario –una por la tarde y otra por la mañana-, sin embargo, el pasado día 31, al ser lunes, las dos pruebas tuvieron horario vespertino y comenzaron con poco más de una hora de diferencia entre ellas.

La idea de revalidar la victoria en las pruebas de atletismo más multitudinarias de Asturias le viene desde hace tiempo. Concretamente desde que en 2017 se alzara con la victoria en Gijón: “Tenía la espinita clavada de no haber podido probarlo el año pasado, y lo quería intentar aunque fuese con una hora y cuarto de diferencia”, asegura el corredor.

A las 17 horas del pasado lunes daba comienzo el reto. Lo hacía en la Avenida de El Molinón (Gijón) y Bakkali asegura que “allí salió la carrera rápida e intenté guardar la mayor parte de las fuerzas”. Finalmente, con un arreón final en los últimos 1000 metros, consiguió alzarse con la victoria, aunque solo era la mitad de su prueba personal. 

"Mis piernas no estaban bien y me descolgué"

Una vez alcanzada la meta en la carrera gijonesa, Moha Bakkali cogió el coche y puso rumbo a Oviedo. Sin apenas tiempo para que sus músculos se recuperasen del esfuerzo, a las 18:15 horas se daba la salida en la capital del Principado. “En Oviedo sabía que mis piernas no estaban al 100%, y por eso salieron otros tres atletas lo más fuerte posible para descolgarme, y lo consiguieron”, indica Bakkali. El recorrido en Oviedo contó con numerosas subidas y bajadas durante los cinco kilómetros de extensión que tuvo, algo que perjudicó al esfuerzo del corredor asturiano que consiguió un meritorio cuarto puesto en la clasificación final.

Me fallaron las fuerzas y no pude cumplir, pero me siento orgulloso de haber intentado algo que nadie había probado antes”, reconoce Bakkali, que no pierde la ilusión por lograrlo algún día y ya está pensando volver a intentar su gesta en este 2019 ya que “no tengo nada que reprocharme este año”, afirma. Para ello, la preparación se antoja fundamental, y aunque señala que el trabajo de todo el año no está enfocado en la San Silvestre “sí son carreras en las que todo el mundo quiere estar bien y ganar”.

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