Cuando Genzebe, la pequeña del clan de las Dibaba, irrumpía en primera línea del panorama atlético internacional impulsada por una portentosa zancada que ha devorado récords a una velocidad de vértigo, su hermana Tirunesh, la mediana de las tres, ya había alcanzado la categoría de eminencia dentro del fondo mundial. Genzebe tenía en la familia, dentro de su propia casa, un ídolo, un ejemplo a seguir y, por qué no, un adversario a intentar superar.

Este viernes en el Meeting Internacional Villa de Madrid, Genzebe Dibaba intentará pulverizar la plusmarca mundial de 1.000 metros bajo techo (2:30.94). De lograrlo, poseería simultáneamente ocho mejores marcas de la historia —ya ha conseguido las de 1.500 al aire libre; y 1.500, una milla, 2000, 3.000, 5.000 y dos millas en pista cubierta—, una proeza desmedida para un deporte tan apretujado en escasos centímetros y segundos como es el atletismo.

A pesar de decir que no, que nunca va ser tan grande como Tirunesh, que no va a tener la oportunidad de superar sus ocho medallas de oro entre Juegos Olímpicos y Mundiales, la estela de Genzebe proyecta hacia un límite incierto. Si logra refrendar esos tiempos con títulos y preseas en los campeonatos importantes, la pequeña de las Dibaba será entonces la fondista a derrocar. Y todavía tiene 26 años recién cumplidos.

La atleta etíope se mostró confiada este jueves en un acto con los medios previo a la competición: “Estoy muy en forma y segura de que puedo batir el récord”. Lo demostró hace un par de semanas en Sabadell, destrozando el crono en los 2.000 metros (5:23.75), y la pista de Gallur quiere ser protagonista de una nueva galopada histórica. Además, Dibaba reveló que para el campeonato del mundo de Londres tiene en mente descartar la prueba de 1.500 para centrarse en el 5.000 y el 10.000.

La detención de Jama Aden

Pero la meteórica trayectoria de Genzebe Dibaba se ha visto damnificada por el espectro de sospechas que se cierne sobre su entrenador, Jama Aden. El técnico de origen somalí fue detenido el pasado junio en un hotel de Sabadell —localidad en la que entrenaba en verano con su grupo desde 2013— junto con el atleta catarí Musaeb Balla y el fisioterapeuta marroquí Ouarid Mounir. Además de encontrar en la habitación de Aden diversos medicamentos prohibidos, los agentes lo habían visto deshaciéndose de jeringuillas usadas en varios contenedores de la ciudad catalana. Balla fue arrestado por guardar sustancias dopantes en la maleta y a Mounir se le requisaron más de medio centenar de jeringuillas ya utilizadas y otras tantas precargadas con EPO.

Dicha redada se desarrolló en el marco de la Operación Rial, una investigación coordinada entre los Mossos d’Esquadra, la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) y la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), que se había iniciado en 2015. Ocho meses después, el juicio está aún en vías de celebrarse; y Jama Aden, que tiene un contrato con la federación catarí, se encuentra actualmente en Dubai. Aunque le hayan devuelto el pasaporte, tiene que presentarse cada dos meses en los juzgados de Sabadell.

La versión que ha defendido el entrenador desde el primer momento es que los medicamentos incautados eran de uso personal —“No había EPO, solo vitaminas para mí”, dijo en una entrevista a Marca— y que apenas conocía al fisioterapeuta que poseía las dosis de EPO. Hasta la detención, dos atletas de Aden habían sido sancionados por dopaje, pero de todos los controles que se han hecho a colación de la Operación Rial no se ha registrado ningún positivo.

Genzebe Dibaba reconoció este jueves que todo aquello resultó “muy desconcertante”. “Fue un shock para mí. Confío y creo en los entrenamientos duros. Los datos que han salido hablan por sí solos y realmente no ha habido ningún problema con nadie. Hemos hecho muchos controles y no ha pasado nada”, sentenció la fondista etíope. En los Juegos de Río, donde logró la medalla de plata en los 1.500 metros, ya había asegurado que está “totalmente limpia de dopaje”.

Beitia, Ortega y mucho más

Genzebe Dibaba y su cruzada para intentar batir el récord del mundo de 1.000 metros serán el principal atractivo del Meeting de Madrid. Pero sobre el tartán de la pista de Gallur también competirán Ruth Beitia, Orlando Ortega y atletas de talla internacional como Nelson Évora, campeón olímpico de triple salto en Pekín 2008, Luguelín Santos, subcampeón olímpico de 400m en Londres 2012 o Adam Kszczot, doble campeón de Europa de 800m.

Raúl Chapado, el presidente de la Federación Española de atletismo, dijo en el acto de presentación que “más allá de ser un gran evento, queremos dejar legado, queremos que los niños vean a sus ídolos compitiendo en directo”. Y es que Madrid se engalana para disfrutar de una jornada del mejor atletismo.

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