A sus 57 años, las piernas de Elizabeth Model llevan recorrido medio mundo. Sumen ustedes: 99 maratones, a razón de 43 kilómetros cada uno. Y 75 triatlones en distancia Ironman, esa que obliga a los valientes que la afrontan a meterse entre pecho y espalda 3,8 kilómetros nadando, 180 en bici y otros 42 corriendo. Pero lo que convierte a esta ejecutiva canadiense en alguien muy especial es que se propuso hace 11 años completar todas las carreras de esta modalidad del mundo… y acaba de conseguirlo. Ante ustedes, Elizabeth Model, primera mujer –y cuarta persona- que completa los 55 Ironman del planeta.

Antes que ella, sólo otros tres hombres - Luis Álvarez, Jeff Jonas y John Wragg- consiguieron el reto, que ni siquiera los creadores del circuito, catalogado como el más duro del mundo, pensaron que se pudiera hacer en su integridad. De hecho, hay pruebas en los cinco continentes y más de una treintena de países.

La carrera deportiva de Elizabeth no fue temprana. De hecho, no corrió su primer maratón hasta los 40 años, y para descubrir el triatlón esperó seis años más, hasta que vio a unas amigas competir en el Ironman de Penticton, en Canadá, cerca de su ciudad de origen, se compró una bici y empezó a entrenar la natación. Al año siguiente, regresó a Penticton, esta vez con un dorsal, y terminó la carrera.

2015 IRONMAN Florida - John Wragg and Elizabeth Model

Luego vino el Ironman de Arizona, donde además conoció al que terminaría siendo su marido. “Primero me puse como reto terminar todos los Ironman de América del Norte, que sólo eran seis”, explicaba Elizabeth a los medios locales canadienses. Siguieron entonces Canadá, Florida, Arizona, Lake Placid, Wisconsin, Coeur d’Alene… y dio el salto al continente europeo, donde esperaban decenas de pruebas.

Poco a poco fue sumando citas a su currículum, sin olvidar Lanzarote, el que considera el Ironman más duro que ha hecho en su vida, por los fuertes vientos. Uno tras otro hasta que el pasado mes de octubre, al cruzar la línea de meta en Maryland, terminó el reto.

Uno que ha culminado, además, sin dedicarse profesionalmente al deporte. Elizabeth es consejera delegada de una empresa de tecnología, y se levanta cada día a las 4 de la mañana para sacar entre cuatro y cinco horas de entrenamiento antes de empezar a trabajar.

Conociendo mundo, el sueño de Elizabeth de convertirse en la primera mujer en completar el circuito estuvo a punto de hacerse añicos el pasado mes de diciembre, cuando un accidente practicando esquí de fondo acabó con sus huesos en el hospital, y una fractura de tibia y peroné.

Lejos de desanimarse, al accidente siguieron meses de rehabilitación y dos cirugías para poder volver a disputar un Ironman, el último que le quedaba, a finales de este mes de octubre.

Elizabeth Model durante una competición. Ironman.com

¿Y ahora qué? Elizabeth no parece dispuesta a dejar su pasión, y dado que no le quedan nuevos Ironman por descubrir, su meta ahora es sumar su maratón número 100: en Carolina del Norte, esta primavera. “Sólo tengo 57 años, habrá que seguir buscando retos, porque tengo piernas para rato”, explicaba al diario local de Surrey, que ha seguido su periplo por todo el planeta.

Lo hará, seguro, acompañada de quien ha sido su fiel escudero en los últimos 11 años: su marido, John Wragg, que completó el reto de hacer todos los Ironman del mundo unos meses antes que su esposa.