Hay cosas en la vida que son naturales. Y qué más puro en este mundo que la lucha por alcanzar la cima de las grandes montañas. La relación directa entre el hombre y la naturaleza, con ejemplos de superación y esfuerzo que llevan también un simbolismo a la proeza.

Si subir los 14 ochomiles del planeta ya de por sí es díficil, más lo es hacerlo dos veces. En eso es en lo que se embarca Juanito Oiarzabal. Al montañero vasco le pareció poco hacerlo una vez y ahora se plantea el reto de subirlos otra vez. Más bien, de culminarlos, ya que tan solo le quedan cuatro para conseguir la gloria. Sería el primero en la historia en conseguirlo.

El reto 2x14x8000 es fruto de la pasión de Oiarzabal. Para ello le acompañará su paisano Alberto Zerain, el que será su "sombra" durante todo este reto. Este jueves se presentó en Madrid el proyecto, con Sebastián Álvaro de maestro de ceremonias y los protagonistas de ponentes. "La montaña es una metáfora de la vida. Para mí, es la vida misma", decía Álvaro, creador del programa 'Al filo de lo imposible' que estuvo casi 30 años en antena.

Juanito Oiarzabal en plena subida. Equipo de prensa de Juanito Oiarzabal.

El objetivo no viene de ahora. Cuando en 1999 Oiarzabal coronó el Annapurna y cumplía así el círculo, con todos los ochomiles a sus espaldas (y en sus pies), el reto era volver a hacerlos otra vez de nuevo. La primera vez tardó 14 años, tras coronar por primera vez un ochomil, el Cho Oyu, en 1985. En eso no fue el único, ya que antes otros habían conseguido la gesta. En repetir dos veces, nadie.

Con diez montañas ya conquistadas otra vez (entre ellas las cinco más grandes: Everest, K2, Kangchenjunga, Lhotse y Makalu), a Oiarzabal solo le quedan cuatro por cumplir. Lo tuvo que dejar durante unos años por problemas físicos. Pero ahora vuelve con fuerzas para cumplir un reto. El proceso ya está listo. En este 2016, se preveé ascender al Dhaulagiri (8.167 metros, en el Himalaya) y el Broad Peak (8.047 metros, entre Pakistán y China). El plan es que el primero se consiga ascender en la segunda quincena de mayo, en una aventura que arrancará el próximo 3 de abril, y tras unas semanas de descanso, buscarán el segundo.

PLAN PARA 2017

Para 2017 quedará, si todo va bien, el Sisha Pangma (8.046 m, China) y el Nanga Parbat (8.165 m, Pakistán). Si se consigue, Oiarzabal habrá conseguido la proeza. De estos cuatro, el más complejo o "el que más respeto da" para el montañero vasco es el primero, el Dhaugaliri. "Se empieza por éste porque es el más difícil. Nos lo quitamos de en medio y después estamos más relajados", reconocía Oiarzabal.

"Esto no termina cuando se llega a la cumbre, sino cuando llegas al campamento base. La bajada es muy importante, porque además hay que controlar la euforia", relató el aventurero, que explicó todos los detalles de este interesante y a la vez peligroso reto.

"Si Juanito se duerme, yo estaré atento", comentó entre risas Zerain. Él acompañara a Oiarzabal en esta aventura. "Sin él, esto sería mucho más complicado", aseguró Juanito. Fue en la expidición al Broad Peak el pasado verano cuando Zerain animó a conseguirlo. "Allí Juanito se reencontró consigo mismo".

Oirzabal afronta este proyecto como algo personal. "Quedará que hubo un iluminado que se le ocurrió darle la vuelta a los ochomiles", afirmó. "Es superación, son gAnas para afrontar retos aun no teniendo dedos", añadió. A Juanito le amputaron los diez dedos de los pies tras una dramática bajada del K2 en 2004. Ejemplo de superación, siguió como si nada. "Los ochomiles son mi hábitat natural", remarcó. "Es un Juanito diferente, pero cree en lo que va a hacer. Desde que tengo uso de razón hago montaña".

¿El truco? Confianza, pasión y trabajo en equipo. Y subir las montañas con algo más que tu estado físico. "No solo se suben con los pies. También con cabeza y corazón", dijo un Oirzabal ilusionado, que completará una dura trayectoría detrás que él mismo reconoció: "No es fácil mantenerse vivo después de tantas aventuras".

Toda esta aventura se podrá seguir en tiempo real en la web 2x14x8000.com, gracias al apoyo de Saunier Duval, patrocinador del reto. "Buscar financiación también es difícil. Hace 25 años era distinto. Institucionalmente se apoyaba más", concluyó Juanito Oiarzabal.

Juanito Oiarzbal posa para una foto. Equipo de prensa de Juanito Oiarzabal.

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