Un casco que absorbe 100 veces más la fuerza generada por impactos en la cabeza que un casco convencional. Este es el primer gran descubrimiento de una investigación médica co-patrocinada por la National Football League (NFL). Viconic Sporting, la misma empresa que desarrolló el chaleco amortiguador para el laboratorio de I+D del ejército de Estados Unidos, recibirá un millón de dólares de la NFL, Under Armour y General Electric para seguir desarrollando el producto.

Estos esfuerzos por parte de la NFL son parte de una campaña de lavado de imagen de la propia liga ante la mala fama generada en los últimos años por el número creciente de contusiones cerebrales de sus jugadores y de los problemas que estos sufren tras retirarse del deporte de élite.

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Las palabras ‘contusión’ y ‘daño cerebral’ están en el día a día de la prensa que cubre la NFL. La naturaleza del deporte conlleva impactos constantes entre jugadores, al igual que caídas en el césped sobre el propio cráneo. Debido a esto, muchos estudios demuestran que los jugadores y ex jugadores tienden a desarrollar un traumatismo craneoencefálico crónico (TCE) a medida que avanzan en su vida.

Durante una década varios ex jugadores, con el apoyo de la asociación de jugadores de la NFL, han ido denunciando a la liga por el problema que las contusiones les han ido generando a lo largo de su carrera. Y durante una década la liga ha echado balones fuera. El argumento de la NFL era simple: lo que ocurre entre los 20 y 30 años no es excusa para lo que pueda afectar a alguien décadas después.

Pero en junio de 2012 la asociación de jugadores atacó a la NFL: “La Liga era más que consciente de la evidencia y riesgos asociados con repetitivos traumas neurológicos y daños cerebrales virtualmente desde el principio de la investigación, pero decidieron ignorar a propósito y denegar información a los denunciantes.”

Eventualmente la liga tuvo que ceder y en abril de este año llegó a un acuerdo con más de 4500 jugadores que denunciaron a la liga por mil millones de dólares. El acuerdo también permitía a los jugadores que sufren CTE una compensación de hasta 4 millones.

Mala prensa

“Esto es otra milonga de la NFL para tapar lo de siempre”, declaraba un redactor jefe de ESPN a EL ESPAÑOL que prefirió mantenerse en el anonimato. “La liga tiene muy mala imagen por culpa de cómo (Roger) Goodell [Comisionado] ha gestionado los casos de Ray Rice y Greg Hardy (violencia doméstica) y evidentemente la denuncia por las contusiones que negó desde que llegó a la NFL y al final ha tenido que admitir porque era evidente. (…) Es un poco incomprensible que una persona que cobra 46 millones de dólares (42 millones de euros) sea tan mal gestor.”

Este gesto de la NFL hacia la investigación de las contusiones tiene muchos escépticos que creen que la liga ha perdido toda la credibilidad en este tipo de asuntos. A pesar de ello, la violencia del juego es un problema real y estrellas como Julien Edelman (New England Patriots) o Wes Welker (St. Louis Rams) han sido protagonistas por incidentes dentro y fuera del campo atribuidos a impactos del juego.

Para más inri, en breve saldrá al cine la película que cubre este mismo tema, ‘Concussion’, protagonizada por Will Smith. Más madera en un fuego que arde desde hace tiempo.

Sea como fuere la NFL tiene que continuar con sus esfuerzos de prevención de riesgos en el terreno de juego. “Hay un miedo real a que la gente deje de jugar al fútbol americano. No nuestra generación, pero los padres a sus hijos. La NFL no tiene más remedio que invertir en investigación y desarrollo ante este problema, y los productos generados entre Viconic y la Universidad de Washington son necesarios para garantizar la continuidad en el tiempo del juego”, concluye el citado periodista.

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