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La primera carrera del Mundial de MotoGP ha dejado patente que esta temporada va a haber varios pilotos que opten a ganar el campeonato del mundo. En el duelo a tres bandas entre Jorge Martín, Marc Márquez y Pecco Bagnaia ha entrado en escena un actor inesperado que, ni por asomo, entraba en el guion: Álex Márquez.

Tailandia fue testigo de cómo el dos veces campeón del mundo de motociclismo (en Moto3 y Moto2) plantó cara a su hermano Marc, llegando incluso a liderar la carrera durante gran parte de la misma. Buriram presenció la revelión de un piloto que al frente de su Gresini quiere dar guerra y pelear por estar en los puestos más altos de manera residual.

El pequeño de los Márquez quiere hacer realidad el sueño que cumplió la temporada pasada Jorge Martín: ser campeón del mundo del MotoGP con un equipo satélite. No es imposible. Las mejoras llegarán primero a la Ducati oficial, los mejores ingenieros y mecánicos están en los de Desmosedici, pero con las limitaciones que eso supone Álex Márquez se ve preparado para luchar también por algo histórico.

Durante 16 vueltas lideró el GP de Tailandia aprovechando las dudas de su hermano Marc con la presión de los neumáticos, muy posiblemente pensó en la victoria, pero de nuevo su deseo se esfumó cuando el ocho veces campeón del mundo decidió que era el momento de apretar a falta de tres vueltas para el final de la carrera.

"Si antes de venir aquí, el jueves pasado estábamos entrenando los dos en moto, pues hoy la carrera ha sido lo mismo: jugar al gato y al ratón, ir uno delante y otro detrás, llegar hasta el final lo mejor que hemos podido. He aprendido muchísimo hoy, he llevado el peso de la carrera", admitía eufórico Álex.

La alternativa al dominio italiano

Los hermanos Márquez han firmado en Tailandia un podio histórico ya que nunca antes en la historia de MotoGP dos hermanos habían terminado en las dos primeras posiciones del podio. Además, teniendo en cuenta la actuación protagonizada el domingo, no resulta extraño que este resulta puede volver a repetirse durante la temporada.

En la temporada más larga en la historia de MotoGP con 22 carreras y el mismo número de sprints, por el momento Álex Márquez quiere ser realista y no lanzar las campanas al vuelto ante la dificultad que conlleva competir con la Ducati oficial... y la Aprilia del vigente campeón, Jorge Martín.

"Estoy seguro de que no. Es la primera carrera, quedan 21, quedan muchísimas y, sobre todo, creo que estamos a medio pasito de Pecco y de Marc, pero creo que ellos tienen algo más. Habrá circuitos en los que nosotros estemos igual que ellos o quizá llega alguno, tipo Malasia, que se me da bien, que estemos por delante de ellos, pero, en general, creo que a 21 carreras que quedan ellos son superiores, pero vamos a seguir luchando, vamos a seguir trabajando como hemos hecho toda la pretemporada y a seguir soñando", reconoció ante los medios tras la carrera de Tailandia.

Álex Márquez, Marc y Pecco Bagnaia en el podio del GP de Tailandia. Reuters

A pesar de ser dos veces campeón del mundo, Álex Márquez quiere dar un paso más en su carrera y confía en que de la mano de Gresini puede llegar la oportunidad de optar por el Mundial en un futuro. Ganador del Mundial de Moto3 y Moto2, quiere dejar que se le conozca por ser el hermano del ocho veces campeón del mundo, Marc Márquez.

En Buriram fue más rápido que Pecco Bagnaia y a raíz de sus declaraciones esta no será la única vez que se imponga al italiano esta temporada. "Ellos han hecho un trabajo mejor que yo, seguramente, Álex y Marc han hecho todos los test con un buenísimo 'feeling' en el 'set up'", reconoció el turinés en el parque cerrado.