Cheste

Rodeado de todas las personas importantes en su carrera deportiva desde que hizo su debut mundialista en 2013 y escoltado por Valentino Rossi, su mentor y el hombre que no pudo lograr lo que su pupilo ha conseguido en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Pecco Bagnaia ha culminado el sueño de Ducati: piloto y moto italianos campeones del mundo de MotoGP 50 años después de la proeza que consiguió Giacomo Agostini y MV Agusta en 1972.

Para ello tuvo que sufrir en una carrera en la que finalizó noveno tras tenérselas tiesas con Fabio Quartararo (cuarto) en los compases iniciales de una carrera en la que Álex Rins se llevó el triunfo en la despedida de Suzuki del campeonato del mundo de MotoGP.

Siete victorias, 10 podios y cinco poles han llevado al italiano a coronarse campeón tras sumar cinco ceros y remontar 91 puntos al francés, que se colocó al frente de la clasificación general de MotoGP en Portimao, quinta cita del año, y perdió el liderato a falta de dos pruebas para el final.

La corona de campeón del mundo de MotoGP de Pecco Bagnaia es el triunfo de la filosofía de Gigi Dall’Igna, director general de Ducati Corse, que llegó a la fábrica de Borgo Panigale a finales de 2013 y acometió una profunda remodelación estructural y de metodología a la hora de trabajar, dividiendo el departamento de carreras en cuatro subdepartamentos: motores, chasis, electrónica y aerodinámica. Nueve años después el duro trabajo ha dado sus frutos y Ducati ha vuelto a alcanzar la gloria 15 años después del título de Casey Stoner (2007).

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