Once meses después de la fractura que sufrió en el húmero de su brazo derecho en Jerez y tras un calvario que le obligó a pasar hasta en tres ocasiones por el quirófano, el rey de MotoGP ha vuelto. Marc Márquez ha regresado a lo más alto del podio en Sachsenring 581 días después de su última victoria en Valencia 2019 y, de esta forma, ha acabado con la peor sequía de Honda, que no ganaba desde hacía 21 carreras. La victoria del piloto español del equipo Repsol Honda ha llegado en el mejor escenario posible, donde lleva ganando desde 2010 de forma consecutiva y donde el girar al sentido inverso a las agujas del reloj deja fluir su mejor pilotaje.

Sachsering vuelve al coronar al rey, porque sólo el propio Marc Márquez y su entorno más cercano son conocedores del sufrimiento y las preocupaciones acumuladas en estos últimos 11 meses. La victoria del español abre paso a la esperanza y a seguir peleando para completar al 100% su recuperación para poder pilotar con fluidez en todos los trazados.

Una vez más, Marc Márquez fue el más listo y desde la quinta posición de la parrilla buscó el hueco para situarse segundo al afrontar la primera curva. Por delante tenía a Aleix Espargaró, al que superó poco antes de completar la primera vuelta. A partir de ahí, la cosa sólo dependía de él mismo hasta que aparecieron las primeras gotas de lluvia y la bandera blanca que anuncia que los pilotos pueden entrar a cambiar de moto en la novena vuelta.

Cuando todos dudaron, él fue a por todas y abrió una distancia suficiente con Jack Miller y Miguel Oliveira que le permitió tomar distancia. Fue el portugués el que se lanzó a la caza de Márquez después de deshacerse del australiano, pero ya era tarde porque iba lanzado a la victoria.

Fabio Quartararo completó el podio y se mantiene al frente de la clasificación con una ventaja de 22 puntos sobre su compatriota Johann Zarco.

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