Ni siquiera después de haberse proclamado campeón del mundo por octava vez se relaja. Marc Márquez tiene entre ceja y ceja finalizar la temporada en el podio para romper el maleficio que le persigue, ya que siempre que gana un título no termina la siguiente carrera. Un lujo que no puede permitirse en el Twin Ring Motegi, el circuito propiedad de HRC y con los jefes presentes. El piloto del equipo Repsol ha sellado en el trazado japonés su décima pole de la temporada y la 90 en el Campeonato del Mundo para sumar un nuevo logro, ya que era la única pista del calendario mundialista donde no había conseguido la pole en MotoGP.

“La verdad es que no me acordaba de que era la única pole que me faltaba. La pista estaba en las condiciones que me gustan. Al final ya estaba casi completamente seca, pero tenía que cuadrar bien la vuelta y no cometer ningún error. Estoy contento porque el viernes no empezamos de la mejor manera y por la tarde todo el equipo estuvo concentrado buscando los detalles. Parece que hemos dado un pasito, pero tendremos que esperar a la carrera”, ha analizado Márquez, tras dominar con solvencia la sesión de clasificación.

El flamante campeón del mundo aventajó en una décima a Franco Morbidelli y en menos de dos a Fabio Quartararo, compañero del italiano en el equipo Yamaha Petronas.

La cuarta plaza fue para Maverick Viñales que, de esta forma, encabeza una segunda línea de la parrilla en la que también formarán Cal Crutchlow (quinto) y Jack Miller, el sexto.

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