Cheste

Dispuesto a comenzar la próxima temporada con aires renovados, Maverick Viñales quiere mirar hacia delante volviendo al pasado. El piloto de Yamaha recuperará a Esteban García, el ingeniero de pista con el que se proclamó campeón del mundo de Moto3 en 2013, mientras que Julián Simón pasará a ser su asesor de pista. El cambio más significativo en 2019 se podrá ver en la cúpula de su YZR-M1, que dejará atrás el número 25 que le ha acompañado desde su debut en el Campeonato del Mundo en 2011 –salvó en su única temporada en Moto2 por razones de patrocinio- para dar paso al dorsal 12.

Una decisión que Maverick Viñales ha tomado por culpa de Marc Márquez. “Cuando llevaba el 12 es cuando gané a mis mayores rivales, así que con este número me siento muy identificado. Es el dorsal con el que empecé y con el número con el que quiero acabar. Hubo ya algún año en el que me habría gustado cambiarlo, pero no se dio la ocasión. El año pasado también pensé en cambiármelo, pero no pude porque subía Tom [Luthi]. Intentaremos cambiar un poco la suerte: nuevo año, nuevo motor y todo nuevo. Veremos si puedo ser tan exitoso como cuando era pequeño. Venía bien un reset, sobre todo para mi mentalidad. Así podemos ser fuertes”, ha razonado el piloto de Yamaha que, cuando ha sido preguntado si se lo cambiaba porque con ese número ganaba a Marc Márquez, ha sido contundente: “Exacto. Al final, todo es mental”.

Maverick Viñales recuerda con especial cariño cuando, en 2002, ganó a Marc Márquez en la Copa Conti cuando sólo tenía siete años mientras que su rival tenía nueve y comenzaba en la velocidad tras dar sus primeros pasos en el motocross.

Marc Márquez pilota su Honda RC213V, en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Repsol

La respuesta del flamante campeón del mundo de MotoGP no se ha hecho esperar, aunque al principio ha mostrado su perplejidad. “Creo que no hicimos ningún campeonato entero juntos. Creo que yo hice algunas carreras sólo de la Copa Conti porque yo hacía la Open RACC 50. Da igual”, ha señalado Márquez, que después ha lanzado unos cuantos dardos envenenados.

Hay pilotos que, psicológicamente, necesitan estabilidad, motivación porque son más inseguros y buscan cositas. Yo sé que un número no te hace ganar un campeonato. Al final, es el trabajo de todo un equipo”, ha zanjado el piloto del equipo Repsol Honda.