Misano

La llegada a MotoGP del novato Chris Ponsson ha abierto el debate de la necesidad de instaurar un pasaporte para correr en la categoría reina como sucede en la Fórmula 1 con la llamada Superlicencia, donde los pilotos que han conseguido diversos logros en sus carreras deportivas y han demostrado ser competitivos al volante de un monoplaza necesitan acumular un total de 300 kilómetros en un F1 antes de poder estrenarse en un gran premio.

El joven piloto francés (22 años) ha debutado en el Gran Premio de San Marino de la mano del equipo Reale Avintia Racing, que necesitaba cubrir la baja de larga duración del lesionado Tito Rabat. Un estreno que ha generado polémica porque nunca ha corrido en ninguna de las tres categorías del Campeonato del Mundo y, en la actualidad, compite en SuperStock1000 en el Campeonato de España de Velocidad de la Federación Española de Motociclismo, donde ocupa la quinta posición en la clasificación general. Pese a todo, Ponsson ha marcado un crono (1:38.154) que no ha superado el 107% del mejor registro de la jornada (Andrea Dovizioso, 1:32.198) aunque ocupa la última posición en la clasificación combinada de los tiempos del Gran Premio de San Marino.

El francés Chris Ponsson, en el box del equipo Reale Avintia en el circuito de Misano. Reale Avintia Racing

“He tenido que aprender muchas cosas en muy poco tiempo, pero creo que al final hemos hecho un buen trabajo. Lo que más me está costando acostumbrarme, más que los frenos de carbono o la potencia, es a la rigidez de la moto. Yo siempre he pilotado motos derivadas de la serie, más blandas y me cuesta mucho, porque al ser tan rígida te transmite todo. Necesito kilómetros y conocer mejor la moto porque los demás pilotos están en la recta final de la temporada y a un nivel increíble”, ha valorado Ponsson, que entiende las críticas que han surgido con su precipitada llegada a la clase reina.

“Es un error tener en la parrilla de MotoGP a un piloto que no tiene experiencia con esta moto. Pobrecito, diría. Lo meten en un fin de semana de carreras con otros que corren desde hace 20 ó 10 años. Habría que tener resultados para llegar a este punto. Habría que tener en MotoGP a los mejores 25 pilotos del mundo. O, al menos, los que tengan más experiencia con esta moto”, ha señalado Valentino Rossi.

Marc Márquez, que en el primer entrenamiento se ha encontrado con Ponsson y ha tenido que salirse de la pista, considera que es peligroso. “El pobre no tiene ninguna culpa. Ha tenido la oportunidad y por eso lo ha hecho. Estos casos se tendrían que limitar un poco en el reglamento; tener un palmarés mínimo, haber hecho un test con una MotoGP. Habría que hacer algo parecido a la Fórmula 1 y no coger una MotoGP directamente en un gran premio”, ha argumentado el líder de la categoría reina, que después ha pasado a relatar su primera experiencia con la Honda RC213V: “Iba perdido y no sabía dónde frenar. Cuando vamos todos más o menos a la misma velocidad, sabes más o menos dónde van a frenar y qué trazada van a hacer”.

Jorge Lorenzo aboga por la llegada de la Superlicencia a MotoGP. “Puede ser peligroso encontrarse un piloto que, por falta de experiencia, ruede a ocho segundos y sin saber las cosas básicas de la categoría. Para él es muy difícil y ha intentado hacerlo lo mejor posible. Sería mejor dejar participar a pilotos con un poco más de experiencia con estas motos. Una buena opción sería una Superlicencia como en la Fórmula 1”, ha valorado el piloto español de Ducati.