Cheste

En sólo un año ha pasado de ser un actor secundario a interpretar a la perfección el papel de protagonista después de que Ducati fichara a Jorge Lorenzo como pieza angular de su proyecto. Vio cómo la fábrica de Borgo Panigale le rebajaba su ficha a dos millones de euros anuales, aunque al final de la presente temporada verá como su salario se incrementa considerablemente gracias a los incentivos por victorias. En la temporada más exitosa de sus 16 campañas en el campeonato del mundo y con seis triunfos hasta la fecha, Andrea Dovizioso (23 de marzo de 1986, Forlí, Italia) ha conseguido llevar al límite a Marc Márquez y pelear con él por el título de campeón del mundo hasta la última carrera del curso.

“Estoy tranquilo en el sentido de que estamos en una situación en la que no tenemos nada que perder. Sabemos muy bien lo difícil que es conseguir este objetivo. Debemos ganar la carrera, lo que ya sabemos que es difícil aquí en Valencia, y que a Márquez le pase alguna cosa. Objetivamente, todo es muy complicado pero no lo vemos desde ese punto de vista. Lo único que podemos hacer es intentar ganar. Es muy difícil, pero posible. Cuando no tienes nada que perder, estás en una situación más tranquila. Aunque tenga un margen enorme de puntos, Márquez debe asegurar algunos. Él tiene más presión que yo, sin duda. Sólo él puede fallar”, reflexiona el piloto de Ducati, que necesita ganar y que Márquez no finalice entre los 11 primeros.

La serena metamorfosis de Dovizioso radica en un cambio de mentalidad que le ha reportado una enorme seguridad en sí mismo. Gracias a su tranquilidad a la hora de tomar decisiones y el control de los tiempos, el piloto italiano ha conseguido transmitir a su grupo de trabajo una sensación de seguridad increíble. “Marc irrumpió en MotoGP [2013] en un momento complicado de mi carrera. Lo veía y pensaba que era imposible que algún día pudiera medirme con él como lo estoy haciendo ahora. Estoy disfrutando como un loco”, confiesa Dovizioso, uno de los pilotos más clarividente en sus reflexiones. “Eso me ha hecho ver que todos tenemos una cabeza limitada. Resulta que llegas al que crees que es tu máximo nivel y ves muros aquí y allí, pero luego te das cuenta de que hay formas de derribar esos muros. Este proceso por el que estoy pasando es una experiencia de vida brutal”, argumenta el piloto de Ducati, cuyo cambio de mentalidad se debe al psicólogo italiano Amedeo Maffei.

Comenzaron a trabajar juntos la pasada temporada después de que Dovizioso recurriera a sus servicios para paliar la ansiedad que le generaba no subir a lo más alto del podio desde hacía siete años. Una sequía que concluyó la pasada campaña en Sepang y que en el presente curso le ha llevado a ser el piloto de MotoGP con más victorias.

La labor de Maffei radica, básicamente, en desestresar a Dovizioso gracias a sesiones de motivación y aumento de habilidades. También gracias a un invento del psicólogo italiano. Una máquina denomina Keope, que estimula el sistema nervioso central, quita tensión a los músculos y reduce el consumo del ácido láctico. Así, Dovizioso es un hombre nuevo.