Cuando no hace ni cuatro días que protagonizaron un vibrante duelo mano a mano en Motegi, que se decantó a favor del piloto italiano en la última curva, ambos ya piensan en una nueva batalla en Phillip Island. El segundo trazado más rápido del campeonato del mundo, donde la velocidad media alcanza los 176,5 km/h y se corre en el sentido inverso a las agujas del reloj –algo que beneficia al español-, Marc Márquez y Andrea Dovizioso volverán a medir sus fuerzas para determinar quién merece el título de campeón del mundo de MotoGP en una de las temporadas más competidas de la historia reciente.

El líder, que ha visto como su margen decrecía a 11 puntos sobre su principal contendiente tras la victoria de éste bajo el diluvio japonés, confiesa que entraba en sus planes perder algunos puntos en Motegi. No así en Phillip Island, donde está obligado a quedar por delante de rival para no llegar con la soga al cuello al final de la gira transoceánica, que concluirá dentro de una semana en el circuito malasio de Sepang. “Sabía que Dovi iba a ir rápido allí y la Ducati también. Perdí lo mínimo que podía perder. Aquí tengo apuntado quedar por delante de él, no me importa decirlo, aunque me ponga presión. Sé que luego viene otro circuito [Sepang] en el que la Ducati también va rápido”, asegura Márquez, convencido sobre sus posibilidades en un trazado en el que en los últimos cuatro años sólo ha terminado una carrera: victoria en 2015.

Dovizioso, que acumula ya cinco victorias en una temporada como ocurrió cuando ganó el título de 125cc en 2004 pero sólo suma un podio en el circuito aussie (tercero en 2011) en la clase reina, es un hombre tranquilo al que no le gusta entrar en polémicas y se siente halagado al percibir una sensación de favorito por parte de la afición, que quiere que él sea el campeón. “Creo que hay varios motivos para que pase esto. Uno es porque no soy un piloto que busque meter cizaña con los demás, que quiera discutir. Soy bastante tranquilo, sereno y lo más maduro posible en la relación con los demás pilotos y con las personas del paddock. Y esto creo que gusta”, analiza Dovizioso.

Las palabras de Márquez hacia su rival certifican la buena relación entre ambos. “En mi equipo me empujan a muerte y mi fan club también, pero Dovizioso es el piloto que, si ganara, todo el mundo se alegraría. Tiene una carrera muy larga, ha trabajado mucho y un trabajador como él también se merece un campeonato. Siempre he tenido una relación fenomenal con él, que mantendremos cuando acabe este Mundial. Está claro que nos estamos jugando el título. En la pista, respeto el justo. Siempre yendo al límite, pero dentro del límite, que es lo que cuenta y lo bonito. Así se ven carreras como las del otro día. Cuando acaba, pues, oye, tú has ganado, yo he quedado segundo, seguimos y ya está. Quizá se vuelva a ver otra pelea aquí”, pronostica el líder de MotoGP.

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