Publicada

Aston Martin vuelve a fijar la mirada en Red Bull de cara a su próxima temporada de Fórmula 1. No es un gesto nuevo ni casual.

La escudería de Silverstone lleva varias temporadas construyendo su proyecto a partir de talento y métodos procedentes de diferentes equipos de la parrilla, en especial de la estructura de Milton Keynes.

Ahora, el nombre que aparece en el radar es el de Gianpiero Lambiase, el ingeniero de pista de Max Verstappen, una figura clave en la toma de decisiones y en la ejecución deportiva de Red Bull.

Según distintas informaciones publicadas por medios especializados, Lambiase se encuentra en conversaciones avanzadas con Aston Martin F1 Team para asumir un rol de alto nivel dentro de su estructura deportiva.

No se trataría de un puesto clásico de ingeniero de carrera, sino de una responsabilidad ejecutiva, más estratégica y con menor carga de viajes, algo que el propio Lambiase viene valorando desde hace meses.

La posible llegada del británico-italiano se enmarca en un momento de profunda reorganización interna en el equipo verde.

Desde la marcha de Adrian Newey de Red Bull y su incorporación a Aston Martin como máximo responsable técnico, la escudería ha acelerado su hoja de ruta hacia el gran reinicio reglamentario de 2026.

El objetivo es claro: dejar de ser un proyecto prometedor para convertirse en un aspirante real al título. El interés por Lambiase no se explica solo por su relación con Verstappen ni por su historial de éxitos.

Aston Martin busca reforzar uno de los aspectos que más frustración ha generado en Fernando Alonso desde su llegada: la capacidad del equipo para tomar decisiones rápidas, coherentes y bien informadas durante los fines de semana de carrera.

Max Verstappen y Gianpiero Lambiase en el GP de Las Vegas 2025 Red Bull

Más allá de la radio

Durante años, los intercambios por radio entre Verstappen y Lambiase se han convertido en una seña de identidad de Red Bull. Detrás de ese tono directo y, en ocasiones, tenso, se escondía una relación basada en la confianza mutua y en la claridad operativa.

Lambiase no era solo la voz en el oído del piloto, sino una pieza clave del engranaje que conectaba datos, simulaciones y decisiones estratégicas en tiempo real.

Ese perfil es precisamente el que Aston Martin considera prioritario reforzar. En múltiples ocasiones, Alonso ha dejado entrever su malestar con estrategias erráticas, lecturas tardías de carrera o dificultades para interpretar el comportamiento del coche entre sesiones.

No se trata únicamente de velocidad pura, sino de comprender el monoplaza y anticipar escenarios, una fortaleza histórica de Red Bull.

La salida de Lambiase de Milton Keynes, aún no confirmada oficialmente, encajaría además con una tendencia clara: el progresivo desmantelamiento del núcleo que sostuvo la era dorada del equipo energético.

Tras la marcha de Newey, la salida de Christian Horner y el anuncio del adiós de Helmut Marko, Red Bull afronta una transición profunda que podría abrir la puerta a más movimientos de alto nivel.

Gianpiero Lambiase, en el box de Red Bull Red Bull

El 'sistema Red Bull'

El posible fichaje de Lambiase no sería un caso aislado. Forma parte de una estrategia reconocible: importar no solo talento individual, sino un modelo completo de trabajo.

Aston Martin ya lo hizo en la primera gran oleada de fichajes entre 2021 y 2022, con perfiles procedentes del departamento de aerodinámica y de operaciones técnicas de Red Bull.

La segunda fase, activada tras la llegada de Newey, ha sido todavía más quirúrgica.

La escudería ha reforzado áreas críticas como la simulación, la correlación entre el simulador y la pista, la producción y la cadena de suministro, así como la toma de decisiones estratégicas durante la carrera.

Adrian Newey, en el muro de Aston Martin F1 Aston Martin

El mensaje interno es inequívoco: dominar el ciclo completo de rendimiento, desde el diseño hasta la bandera a cuadros.

En ese esquema, Lambiase encajaría como una figura de enlace entre el muro y la dirección deportiva, alguien capaz de traducir información compleja en decisiones claras.

Un rol que, en la práctica, es uno de los grandes déficits históricos del equipo de Silverstone.

El factor Alonso

Para Fernando Alonso, cada movimiento de este tipo tiene una lectura directa. El asturiano afronta la recta final de su carrera con la obsesión de maximizar cada oportunidad.

No pide promesas a largo plazo, sino señales claras de que el equipo aprende de sus errores y reduce los fines de semana "ciegos", en los que ni pilotos ni ingenieros entienden qué falla en el coche.

La llegada de perfiles con experiencia contrastada en la gestión de carreras y en la interpretación de datos podría aliviar una de sus mayores frustraciones.

No garantiza victorias, pero sí un entorno más fiable, algo esencial en un contexto de igualdad técnica y restricciones de desarrollo como el actual.

Lectura política

Más allá del impacto inmediato, el posible fichaje de Lambiase también alimenta especulaciones a medio plazo.

Algunos analistas interpretan este acercamiento como una señal indirecta de que Aston Martin quiere posicionarse como destino atractivo para Verstappen a partir de 2027, cuando su continuidad en Red Bull no está asegurada.

El escenario no es descartable. Los contratos de Fernando Alonso y Lance Stroll finalizan tras 2026, coincidiendo con la entrada en vigor del nuevo reglamento técnico.

Un proyecto liderado por Newey y reforzado por figuras como Lambiase ofrecería una narrativa potente para atraer al piloto más dominante de la era moderna.

Fernando Alonso y Adrian Newey en la fábrica de Aston Martin en Silverstone. Aston Martin

Convertir nombres en resultados

Aston Martin ha demostrado ambición y capacidad para atraer talento. El desafío ahora es transformar esa acumulación de perfiles de élite en una cultura operativa coherente y sostenible.

La historia reciente de la Fórmula 1 muestra que copiar piezas no siempre basta si el sistema no se institucionaliza. El fichaje de Lambiase, si se confirma, sería un paso más en esa dirección.

No resolverá todos los problemas, pero atacaría uno de los puntos débiles que Alonso más ha señalado, directa o indirectamente, desde su regreso a la escudería.

En Silverstone saben que el tiempo apremia y que 2026 no admite improvisaciones. Por eso, una vez más, miran a Red Bull en busca de respuestas.