Ha llegado la hora de la verdad. El Mundial de la Fórmula 1 se decide en el GP de Abu Dabi. En el circuito de Yas Marina un piloto de McLaren o uno de Red Bull se coronará como -a priori- el mejor piloto de la temporada.
Un resultado que, pase lo que pase, será de por sí histórico. Con Lando Norris y Oscar Piastri en la pelea, los de Woking pueden volver a tener un campeón del mundo en su equipo como pasó en 2008 con Lewis Hamilton.
Sin embargo, si el campeón es Max Verstappen, se produciría la mayor gesta en la historia del 'Gran Circo'. Y es que ningún piloto ha sido capaz de remontar los 104 puntos de diferencia que le sacaba el australiano al neerlandés tras el GP de los Países Bajos, celebrado a finales de agosto.
Si bien que haya tres pilotos con opciones de llevarse la 'Torre de los Campeones' en la última carrera de la temporada no es algo inédito, sí que es algo muy inusual. De hecho, hay que remontarse hasta 2007 para encontrar el último precedente.
En aquel 21 de octubre, el Autódromo José Carlos Pace de Sao Paulo fue escenario de uno de los finales de temporada más épicos en la historia de la Fórmula 1. Tres pilotos se disputaban el título mundial en la última carrera: Lewis Hamilton llegaba con 4 puntos de ventaja sobre Fernando Alonso y 7 sobre Kimi Räikkönen, una situación que parecía favorable para el británico.
Sin embargo, todo se definió en los primeros metros de la carrera. Massa, Hamilton, Raikkonen y Alonso fueron al ataque, lo que provocó que en un toque con el español, Lewis perdiera el control de su monoplaza en la tercera curva y se saliese del trazado, cayendo hasta la octava plaza. Este contacto marcó el punto de inflexión de la batalla por el título.
Mientras tanto, Ferrari dominó la carrera con Felipe Massa y Räikkönen en tercera posición. La estrategia que no supo ejecutar McLaren sí la hicieron en el box de la 'Scuderia'. Tras las paradas en boxes, el finlandés se ubicó en el liderato, consolidando su posición con marcas de vuelta rápida que dejaban atrás a Alonso y Massa.
Hamilton, afectado también por un problema de caja de cambios, nunca pudo recuperarse y terminó séptimo, sin opciones de pelear por el Mundial.
Con ello, Kimi Räikkönen cruzó la bandera a cuadros en primer lugar apenas 1.4 segundos por delante de Massa, sumando los 10 puntos de la victoria que lo coronaban campeón mundial con 110 puntos, uno más que Hamilton y Alonso.
El finlandés completaba así una remontada histórica: había salvado una desventaja de 17 puntos en solo dos carreras, convirtiéndose en campeón y otorgándole a Ferrari su último título mundial de pilotos en la historia moderna de la Fórmula 1.
Un nuevo escenario
Tres años después, en 2010 el Mundial también se decidiría en la última carrera de la temporada, pero no citó a dos pilotos, tampoco a tres, sino a cuatro: Fernando Alonso, Mark Webber, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton.
A la última prueba, también en Abu Dhabi, se llegó con el asturiano líder, pero sin su compañero Felipe Massa para poder luchar contra los dos Red Bull. El cuarto en liza, Hamilton, llegaba con pocas opciones, más allá de esperar un descalabro de sus rivales.
No obstante, la mala estrategia de Ferrari costó el título al asturiano y Vettel ganó esa carrera para convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia de la Fórmula 1.
Desde entonces, y a pesar de otros finales ajustados como en 2016 con Rosberg como nuevo campeón, el último campeonato del mundo que se decidió en la última carrera fue hace ya cuatro años con Hamilton y Verstappen como protagonistas.
Verstappen y Piastri, en la rueda de prensa previa al GP de Abu Dabi.
Al GP de Abu Dabi Lando Norris llega como líder con 408 puntos, seguido de Max Verstappen con 396 unidades, mientras que Oscar Piastri tiene 392 puntos.
Es decir, el británico tiene 12 puntos de ventaja sobre el neerlandés y 16 sobre su compañero. Es, sin duda, quien más opciones tiene de proclamarse campeón: si termina primero, segundo o tercero, sus rivales no podrán arrebatarle el título.
También le basta con ser cuarto siempre que Max no gane, y cualquier otro escenario en el que Verstappen no le recorte más de 13 puntos le asegura el campeonato.
Verstappen necesita ganar la carrera para eliminar a Piastri de la lucha por el título y, además, esperar que Norris termine cuarto o peor.
En otras palabras, debe sacar 13 puntos más que el británico, ya que si solo logra 12, un empate le favorecería a Lando por tener más podios. Si termina más allá del cuarto puesto, no podrá ser campeón.
Quien lo tiene más difícil de los tres es Piastri. Debe recuperar 16 puntos respecto a su compañero de equipo y 4 frente a Verstappen.
Sus opciones prácticamente dependen de ganar la carrera -lo que le permitiría superar a Max- y de que Norris termine sexto o peor. Si termina tercero o peor, el campeonato se le escapa.
