Publicada
Actualizada

Lo ha vuelto a conseguir. Una nueva heroicidad. Carlos Sainz se sube al podio del GP de Qatar, el segundo de la temporada con el equipo Williams, tras hacer una carrera donde no cometió ningún error y sacó las garras ante los ataques de Antonelli y Norris en las últimas vueltas.

El madrileño no solamente ha conseguido ser el artífice del paso adelante de una escudería que terminará quinta en el Mundial de Constructores -la mejor de la zona media-, sino que ha logrado que los aficionados crean que puede conseguir gestas como la de Losail aún pilotando un FW47.

Desde el muro no fallaron en la estrategia y Sainz no cometió ningún error durante las 57 vueltas del gran premio. Sin embargo, el podio peligró a seis vueltas del final al sufrir "subviraje en las curvas derechas. Parece que algo se cayó del coche", manifestó preocupado por radio.

Mientras el madrileño perdía mucho tiempo en cada vuelta, Antonelli y Norris se acercaban cada vez más. El riesgo a perder el podio era grande. Sin embargo, de manera inesperada el italiano sufrió un problema y se cayó de la lucha, mientras el británico no consiguió batirle.

Superados los problemas que tuvo con el monoplaza durante el ecuador de la temporada, el cambio de Ferrari a Williams ha quedado demostrado que fue una buena elección para Sainz, sobre todo a tenor de los resultados de Charles Leclerc y Lewis Hamilton.

El Mundial, al rojo vivo

Junto a Carlos, el triunfador en la noche de Qatar fue Max Verstappen. El neerlandés se aprovechó del error que cometieron los ingenieros de McLaren en la vuelta 7 al no parar a Piastri y a Norris tras el accidente de Hulkenberg que provocó la salida del safety-car.

Todos los equipos tomaron la decisión contraria al equipo papaya y en el resultado quedó demostrado el error que habían cometido. Con una parada 'gratis', 'Mad' Max solo tuvo que gestionar los neumáticos y no llevarlos al límite ante el riesgo de sufrir algún posible pinchazo para llevarse la victoria.

La decisión de McLaren dejó vendido a Oscar Piastri, que tenía el ritmo suficiente para llevarse una victoria a priori cómoda. Sin embargo, su propio equipo le echó por tierra todo el trabajo realizado este fin de semana en Qatar, donde ganó la sprint y consiguió la pole en la clasificación.

A Norris le afectó todavía más, puesto que de haber terminado fácilmente en tercera posición lo acabó haciéndolo en la cuarta y dando gracias, porque Antonelli cometió un error que permitió adelantarle a escasas vueltas para el final.

Fernando Alonso volvió a hacer magia desde que se apagaron las luces del semáforo. A pesar de salir por la zona sucia, adelantó a Hadjar y Russell, pasando del octavo puesto al sexto, posición que mantuvo durante la mayor parte de la carrera hasta que un trompo con las gomas al límite le hizo perder dos puestos.

Al final recuperó uno tras el pinchazo del francés y consiguió mantener la posición ante la amenaza de Charles Leclerc, el mejor -otra vez- de Ferrari tras el 12º puesto de Lewis Hamilton.

Tras Qatar, Max es segundo en la clasificación del Mundial detrás de Lando, pero a sólo 12 puntos, mientras Piastri es tercero a 18 puntos. Todo queda pendiente para el último gran premio de la temporada, en Abu Dhabi, y todo gracias a un error impensable de lectura de McLaren.