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La Fiscalía del cantón de Vaud, en Suiza, ha abierto una investigación por la presunta violación a una de las enfermeras personales de Michael Schumacher en la residencia familiar del heptacampeón de Fórmula 1, situada en Gland, a orillas del Lago Ginebra.

El acusado es un piloto australiano cercano a Mick Schumacher, hijo del legendario corredor, que habría cometido la agresión durante una noche de excesos en noviembre de 2019, según reveló el diario suizo 24heures.

La víctima, una enfermera que formaba parte del equipo médico encargado del cuidado permanente de Schumacher desde su grave accidente de esquí en Méribel en 2013, presentó una denuncia formal en enero de 2022.

El caso, que se ha mantenido en estricto silencio judicial durante más de dos años, ha salido ahora a la luz ante la apertura del juicio, prevista esta semana.

Una noche de alcohol

Los hechos se remontan al 23 de noviembre de 2019, cuando el joven piloto -entonces alojado en la mansión de los Schumacher- coincidió con la enfermera en la sala de billar del domicilio.

Tras una larga jornada laboral, la profesional sanitaria se unió a dos compañeros para relajarse y compartir unos cócteles de vodka con el invitado australiano, quien era conocido del entorno familiar por su estrecha relación con Mick Schumacher, que competía en aquel momento en Fórmula 2, tal y como ha narrado el diario suizo.

Según el acta de acusación presentada por el fiscal suizo Xavier Christe, la noche se prolongó con abundante consumo de alcohol.

En un momento dado, la enfermera empezó a sentirse mal y apenas podía mantenerse en pie. Uno de sus compañeros, junto con el propio acusado, decidió llevarla a una habitación destinada al personal de guardia, donde la acostaron "sin desvestirla" y dejaron la luz del baño encendida antes de abandonar el cuarto.

Poco después, según la versión del Ministerio Público, el piloto regresó solo y abusó sexualmente de la mujer en dos ocasiones mientras esta se encontraba inconsciente. Ninguno de los dos compañeros que la habían acompañado inicialmente escuchó ni vio nada durante la supuesta agresión.

Mick Schumacher, durante su época como piloto de la academia de Ferrari

El silencio y el miedo

Al día siguiente, la víctima se despertó desorientada y con indicios físicos de que algo había ocurrido, aunque sin recuerdos claros. Poco después intercambió mensajes de texto con el acusado, en los que -según la investigación- el joven se habría delatado parcialmente.

Aun así, la enfermera optó por no contar lo sucedido a la familia Schumacher, temerosa de perder su empleo y de poner en riesgo la discreción que rodea a la vida privada del expiloto alemán.

Pasaron más de dos años hasta que la mujer decidió romper el silencio y acudir a la justicia. En enero de 2022 formalizó una denuncia penal ante la Fiscalía de Vaud.

El documento, de una página y media, es conciso pero contundente y detalla los hechos con precisión. En él se subraya que ningún miembro de la familia Schumacher estaba presente en la residencia durante la noche del suceso y que no han sido llamados a declarar, puesto que no tienen relación alguna con los hechos más allá del lugar donde ocurrieron.

La enfermera fue despedida poco antes de presentar la denuncia, pese a que -según ella- había mantenido un desempeño profesional "impecable" durante años.

Considera que su salida se produjo tras una nueva visita del piloto a la propiedad, aunque no hay pruebas que relacionen ambos hechos.

Durante la investigación, el acusado viajó desde Australia a Suiza en 2024 para ser interrogado por el fiscal. Reconoció haber mantenido "una relación sexual consentida" con la enfermera, aunque esta versión contradice rotundamente el relato de la víctima, que niega cualquier tipo de intimidad previa o consentimiento.

En su declaración, el piloto afirmó que ambos se habían besado meses antes en un club de Ginebra, una afirmación que la enfermera rechaza.

Incertidumbre sobre el juicio

Según 24heures, el acusado no ha dado señales de vida en los últimos meses y no se ha confirmado su presencia en territorio suizo.

Aunque durante la instrucción colaboró con la justicia, su ausencia en el juicio podría provocar la suspensión del proceso, ya que este tipo de vistas sin el acusado presente son extremadamente raras en el país helvético.

Los abogados de ambas partes han declinado hacer declaraciones públicas. Tampoco la familia Schumacher ha querido pronunciarse: su equipo de comunicación no respondió a las solicitudes de los medios.

Todo apunta a que el entorno del expiloto alemán busca mantener el más absoluto silencio, fiel a la discreción que ha caracterizado su vida privada desde el trágico accidente de hace más de una década.