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El proyecto de Cadillac en la Fórmula 1 ya ha conseguido hacerse notar, y ni siquiera ha pisado aún el asfalto.

En plena fase de preparación para su debut en la temporada 2026, la nueva escudería estadounidense protagonizó una anécdota que ha levantado más de una ceja en el paddock.

En su primer test virtual, su monoplaza apareció en la pole position debido a un error de simulación, según ha revelado el medio especializado alemán Auto Motor und Spor.

Lo ocurrido, aunque anecdótico, ha servido para revelar hasta qué punto Cadillac se está tomando en serio su entrada en la categoría reina del automovilismo.

El equipo ya cuenta con unas modernas instalaciones en Silverstone y una plantilla de 360 trabajadores, con la previsión de llegar a 500 o 600 empleados antes de que finalice el año.

Sin embargo, ese objetivo no será fácil de cumplir: las restricciones legales para contratar personal de otras escuderías han ralentizado el proceso, unido a la decisión tardía de la F1 de otorgarles plaza en la parrilla.

Un monoplaza Cadillac

Simulaciones al detalle

Mientras el coche real sigue en fase de desarrollo, Cadillac ha comenzado a trabajar en sesiones de simulación desde el pasado Gran Premio de España.

El equipo de ingenieros y estrategas participa en simulaciones virtuales paralelas a los fines de semana de carrera, incluyendo mensajes a una "falsa" dirección de carrera y estrategias en tiempo real.

Fue en una de esas prácticas donde se produjo el error que colocó su monoplaza ficticio en la primera posición de salida.

La explicación técnica fue sencilla: una estimación errónea sobre el agarre de los neumáticos introdujo datos irreales en el sistema, provocando tiempos de vuelta fuera de toda lógica.

Un miembro del equipo reconoció el fallo con humor: "Tuvimos una estimación errónea del grip de los neumáticos y así lo introdujimos en el software".

El incidente, lejos de generar preocupación, ha servido para mostrar que el equipo está ensayando cada detalle con la máxima seriedad.

Desde las decisiones estratégicas hasta la gestión de boxes, todo se está simulando para llegar a 2026 con un grupo completamente engrasado.

Ferrari, socio temporal

En sus primeros años en la Fórmula 1, Cadillac usará motores Ferrari, lo que les permitirá concentrarse en otras áreas mientras desarrollan su propia unidad de potencia.

Además, emplearán un chasis Ferrari de 2023 para realizar sus primeros test físicos en pista, centrados en operaciones de garaje, paradas en boxes y protocolos de carrera.

Este enfoque pragmático busca reducir riesgos y aprender de la experiencia de un socio con décadas de historia en el campeonato.

No se trata de buscar rendimiento todavía, sino de garantizar que todo el equipo funcione como una escudería consolidada desde el primer día.

Futuro complicado

A partir de 2029, Cadillac quiere competir con un motor propio. Para ello, General Motors valora asociarse con Mario Illien, fundador de Ilmor, una compañía con décadas de experiencia en motores de competición.

La relación entre ambas partes es sólida: Ilmor ya ha trabajado para Chevrolet en IndyCar desde 1984, y esa experiencia podría ser vital para el salto tecnológico que necesita Cadillac en F1.

Aunque el motor propio aún es un proyecto a medio plazo, la ambición es clara: no limitarse a ser un equipo cliente, sino aspirar a ser una escudería completamente independiente y competitiva.

El primer gran ensayo en pista llegará entre el 26 y el 30 de enero de 2026 en Barcelona, con un shakedown cerrado al público.

Será el primer contacto del equipo con la realidad del circuito, y el comienzo de una cuenta atrás hacia el debut oficial en el Gran Premio de Australia en marzo.

Por ahora, lo único que Cadillac ha puesto sobre la pista son simulaciones… pero ya han logrado llamar la atención del paddock.

Y aunque fue por un error informático, empezar liderando una tabla de tiempos -aunque sea virtual- es un buen presagio para quien quiere llegar y competir al más alto nivel.