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Como es habitual en los últimos años, el GP de Silverstone no decepcionó a causa de las condiciones meteorológicas que cambiaron por completo el habitual desarrollo de la carrera. Ganó Lando Norris, sorprendió Hulkenberg con el primer podio en su carrera, Stroll terminó séptimo y Alonso noveno.

Es la segunda victoria consecutiva para el piloto de McLaren, aunque esta será posiblemente la más especial al conseguirse en casa. Norris, atento a la pelea entre Piastri y Verstappen, se aprovechó de los errores que cometieron los dos pilotos para dar la estocada final en el mejor momento.

Fue la carrera que más trabajo dio a los ingenieros y estrategas de los equipos. Todo cambiaba de un momento a otro conforme la lluvia hacía acto de presencia y se iba del circuito. Aston Martin decidió arriesgar con Fernando Alonso metiendo un neumático medio en la vuelta 38, pero no salió bien.

El asturiano marchaba octavo cuando el equipo decidió quitarse de en medio los neumáticos de lluvia (los intermedios) para apostar por el segundo compuesto más rápido. Por delante tenía a un Russell al que no podía adelantar y a Pierre Gasly, por lo que intentó el undercut.

George le copió la estrategia y una vuelta después quiso protegerse de su ataque, pero el neumático duro que puso Mercedes le jugó una mala pasada al inglés que llegó a trompear y a perder la posición con Alonso.

Una moneda al aire

Si la jugada le hubiese salido bien a Aston Martin, Fernando Alonso podría haber terminado sexto, pero terminó noveno. Adelantó a Russell, pero Verstappen -quien paró más tarde que él-, le ganó la posición y en la última vuelta Alex Albon, con mejores neumáticos, le arrebató la octava posición.

La conclusión es evidente, la escudería con sede en Silverstone se la jugó demasiado pronto con los slicks y no salió bien. No obstante, por momentos soñaron con el podio de Lance Stroll, aunque el canadiense fue incapaz de retener la tercera posición ante Hulkenberg y al final terminó séptimo.

Mención aparte merece la carrera de Nico Hulkenberg. La estrategia de Sauber fue perfecta, el monoplaza tenía ritmo y él no cometió ningún error a pesar de las dificultades que puso la meteorología.

Terminó en tercera posición y logró el primer podio en su carrera. El caos le vino como anillo al dedo y no se puso nervioso en las últimas vueltas cuando tenía la amenaza de Hamilton con neumáticos blandos. Sin ningún tipo de discusión terminó siendo el mejor piloto del día.

El descuido de Piastri

Las primeras vueltas estuvieron protagonizadas por varias salidas de pista como las de Lawson y Gabriel Bortoleto, quienes terminaron abandonando y provocando los virtual y safety-car. El último, desplegado por la FIA, ante la cantidad de lluvia que caía sobre el circuito.

Antes de la resalida, Piastri paró en seco a todo el grupo de manera excesiva. Pilló por sorpresa a Verstappen, que debió esquivarlo por un costado.

Los comisarios castigaron la maniobra rápidamente con diez segundos. Al relanzar tras el australiano, Max perdió el control del coche de nuevo en Stowe y cayó hasta la 10ª plaza. Consiguió remontar el neerlandés, quien terminó quinto; mientras que el de McLaren fue segundo.

No tuvo suerte Carlos Sainz, quien sufrió durante toda la carrera y terminó saliéndose de la zona de puntos en las últimas vueltas al mismo tiempo que se salió de la pista y vio como Russell y Bearman le superaban en pista. Nuevo fin de semana aciago para un piloto que no encuentra regularidad.