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Max Verstappen está al límite. El piloto neerlandés se expone a la posibilidad de perderse una carrera tras el incidente con George Russell en el GP de España. La FIA le penalizó con tres puntos, restándole once en doce meses.

Al quedarse a cero, Verstappen sería suspendido en la prueba siguiente, riesgo que crece si repite un choque "predominantemente culpable", como refleja la FIA. Con un punto en la superlicencia, el holandés encara el GP de Canadá y el GP de Austria en alerta.

A partir del 30 de junio, deberá reducir su saldo a nueve para el GP de Gran Bretaña, tras restarse dos puntos del toque con Lando Norris en Austria de 2024. Aún así, solo le separarían tres puntos de la suspensión.

Christian Horner, jefe de Red Bull, advirtió que no hay garantías: 2Nunca se puede garantizar nada, tendrá que mantenerse fuera de líos".

Ahí está el caso de Magnussen, que se perdió el GP de Azerbaiyán de 2024 tras sumar doce puntos por un choque con Gasly, siendo reemplazado por Bearman.

En su comunicado, los comisarios apuntaron que quizá no debió ceder posición a Russell antes del choque: "Determinamos que no tomaríamos ninguna acción en relación con ese incidente".

No aclararon si consideraron justa su defensa del Red Bull o si el adelantamiento previo de Mercedes influyó.

Horner explicó que ordenaron devolver la plaza: "Vimos que el incidente se reporta y Max recibió instrucciones para devolver la posición. Él pensaba que no le dieron espacio y que George no controlaba el coche".

Tras hablar con su ingeniero, accedió, pero luego recuperó la trayectoria en la curva cinco y provocó la colisión, perdiendo el podio —tras ser sancionado con diez segundos— y sumando solo un punto.

En el Mundial, Max es tercero, con desventaja respecto a Piastri, pero el verdadero perjuicio sería una suspensión que dañaría su imagen como campeón. El próximo desafío para Verstappen será demostrar calma en Montreal.

En Barcelona, se le vio frustrado cuando el coche de seguridad arruinó su estrategia. El equipo montó neumáticos duros y, en la resalida, Leclerc le superó antes de la curva uno.

Poco después, Russell atacó y forzó el toque que sacó a Max de pista. El piloto devolvió la plaza, pero volvió a presionar en la curva cinco, causando la colisión que desencadenó la sanción.

Tras la carrera, Max criticó a Russell y a los comisarios sin remordimientos. Sin embargo, este lunes ha rectificado y pedido disculpas en redes.

"Tuvimos una buena carrera en Barcelona hasta que salió el coche de seguridad. Nuestra elección de neumáticos y algunos movimientos crearon mi frustración, lo que provocó un movimiento que no era lo correcto y no debería haber sucedido. Siempre doy todo por el equipo y las emociones pueden estar al límite". Es crítico.