Carlos Sainz esperaba que fuera su día, rivalizar con Fernando Alonso en protagonismo y relevancia; quizás, incluso, en postularse como su sustituto en lo mediático y en lo deportivo. Sin embargo, el piloto español de Renault no pudo empezar peor la temporada en el Gran Premio de Australia de Fórmula 1. Partió en novena posición y acabó décimo. Y de milagro. Unos problemas estomacales le impidieron rendir al máximo nivel: “Durante un rato casi me pongo a vomitar”, reconocía, al acabar la carrera [narración y estadísticas de la carrera].



Antes, sus problemas habían sido vox populi durante la retransmisión. Por radio, antes de la vuelta 25, avisó a Renault: “Tengo problemas en el estómago y náuseas”. ¿Por qué? “En las primeras 15 vueltas, el chorro del agua me iba salpicando y he bebido demasiada agua. Cuando ha salido el safety car, llevaba demasiado líquido en el estómago. Se me iba moviendo de un lado a otro; ha sido muy incómodo. Lo notaba mucho en las curvas y no me encontraba bien, no sé si ha sido un corte de digestión, pero ha habido un momento que casi vomito”, explicaba.



Pese a todo, su carrera no ha sido mala del todo. Carlos Sainz salía en novena posición y, hasta la vuelta 25, no dejó que Fernando Alonso, entonces décimo, lo adelantara. Hasta que, por motivos de incomodidad, se salió de la pista y tuvo que pasar por boxes. Le arreglaron el problema del chorro del agua y volvió a rodar, pero no se sintió bien en toda la carrera. Acabó décimo y salvó un punto. Demasiado, incluso. Pero, obviamente, menos de lo que hubiera querido: el objetivo del español es estar peleando con los McLaren, con los Red Bull y con los Haas esta temporada. Y, en el primer Gran Premio, no ha podido.



Al otro lado está Fernando Alonso, que vuelve a colarse entre los mejores. El piloto asturiano, que partió en décima posición, acabó quinto en Australia. Aprovechó el trompo de Verstappen, los problemas del propio Carlos Sainz y el abandono de los dos Haas, para acabar entre los cinco primeros. “Ha sido una buena carrera. Como dijimos el sábado, tenemos potencial (…) ahora podemos defender, atacar... Los tres últimos inviernos, hemos echado muchas horas extras, el cambio de motor, rediseñar piezas… Estoy contento y orgulloso del equipo. Este año va a ser diferente. Vamos a divertirnos”, sentenció, como contrapunto a la mala suerte del piloto de Renault.

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