El 29 de diciembre de 2013, Michael Schumacher tuvo una caída en las pistas de esquí de Meribel. Una caída inocente de no ser por la piedra que le golpeó en la cabeza y le provocó un coma prolongado. Aquel día, el séptuple campeón del mundo de Fórmula 1 comenzó una carrera que tiene difícil ganar, sin espectadores y con muchas, muchas opiniones externas. Una de ellas fue la de una fuentes anónima que citaba la revista alemana Bunte. Esa fuente decía que el alemán podía caminar. Y, por desgracia, eso no es verdad.

"Desafortunadamente nos vemos obligados a aclarar que la afirmación hecha por un reportaje de prensa de que Michael podía moverse de nuevo no es cierta. [...] Esa especulación es irresponsable, porque dada la seriedad de sus lesiones, su privacidad es muy importante. Por desgracia también les dieron falsas esperanzas a muchas personas involucradas".

Felix Damm se pronunció en estos términos en un juzgado de Alemania en el marco de un juicio tras la demanda que la familia Schumacher presentó ante la revista Bunte. Aquella información argumentaba que 'Schumi' había podido dar sus primeros pasos después de permanecer en cama desde aquel accidente hasta diciembre de 2015. Damm lo desmintió por completo al negar la posibilidad de que expiloto de Fórmula 1 camine ni con la ayuda de terapéutas.

Bunte también informaba de que Schumacher podía alzar uno de sus brazos. Información que también fue negada por la entonces portavoz de la familia Schumacher, Sabine Kehm, a través de un comunicado.

Schumacher esquiando durante un concentración de Ferrari en Maddona de Campiglio. Efe

Michael Schumacher entró en coma inducido el mismo día de su accidente en 2013 y así permaneció durante seis meses, una vez que fue trasladado a su residencia en Suiza para continuar el tratamiento. Desde entonces se conoce muy poco sobre la evolución de quien fuera campeón del mundo con Renault en dos ocasiones y otras cinco con Ferrari. Precisamente su jefe en Il Cavallino Rampante, Luca Cordero di Montezemolo, fue la última voz autorizada en habla de él -en febrero de 2016-, y no fue nada positivo: "Tengo noticias y por desgracia no son buenas".

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