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"Es el inicio de una buena aventura". Así bautizaban hace unas semanas la salida a la luz del proyecto que tanto tiempo ha estado esperando Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 1985). Se trata de EBRO, la nueva marca con la que la piloto catalana va a tomar la salida dentro de algo más de un mes de una nueva edición del Rally Dakar.

Una edición que va a ser muy especial para Laia teniendo en cuenta lo que sucedió el año pasado. Después de su temporada más difícil a nivel profesional, con el proyecto del Dakar que tardó en cerrarse hasta pocos días antes de tomar la salida en Arabia Saudí, ahora le llega la gran oportunidad que ha estado esperando durante tiempo.

Y, sobre todo, que se ha ganado año tras año. Un tiempo en el que no solo ha derribado muros por los prejuicios de ver a una mujer en un deporte de hombres, sino también porque su vida ha estado siempre relacionada con los éxitos y con los logros. Y lo vivido en enero de 2025 fue una pesadilla.

Tras meses de intensas negociaciones, Laia consiguió encontrar un proyecto con el que ir al Dakar. Aunque fuera en un coche sin evolucionar y con un equipo de bajo presupuesto. Lo que no esperaba era que todo se rompiera en cuestión de segundos por culpa de esa polémica decisión de la FIA con la que le obligaron a retirarse de la carrera a pesar de que solo se habían disputado dos etapas y de que se había conseguido solucionar los problemas en su Century.

Pero tras aquella cadena de infortunios y desilusiones que persiguieron a Laia durante todo el año, ha llegado ahora una de las oportunidades más grandes que seguramente jamás haya tenido. Un equipo entregado por y para ella, con recursos y con un coche precioso completamente nuevo y cuyo objetivo es llegar a la meta de Arabia Saudí merodeando el Top10.

EBRO y Laia Sanz ilusionan

Han pasado ya unas semanas desde que Laia Sanz participara en el Rally de Marruecos, el debut en competición oficial de EBRO y una prueba de fuego para la de Corbera. A pesar de alguna avería y de algún infortunio provocado por los avatares de una carrera imposible de predecir, las sensaciones en el desierto marroquí fueron muy buenas.

Tanto de velocidad y ritmo como de consistencia y regularidad, dos pilares fundamentales cuando se presenta un reto de tan épicas proporciones como este: llevar a un equipo completamente nuevo a los puestos de honor. Y el resultado, aunque solo sea un número, también ayudó a seguir impulsando el proyecto.

Ese Top20 en la clasificación general se presenta como un buen objetivo para este primer Dakar de iniciación. Sin embargo, el animal competitivo que Laia lleva dentro y que quiere inculcar a su nuevo equipo le hará intentar pelear por retos mayores. Hasta ahora, todo avanza por el buen camino.

"El coche es una buena máquina", decían desde la formación nacional a EL ESPAÑOL. "Empuja muy bien y Laia está contenta. Es tiempo de ajustes y reglajes porque no ha habido mucho tiempo de test. Hay que probar y ajustar cosas". Y una vez ajustadas, lanzarse al tú a tú con las estrellas del próximo Dakar.

Laia Sanz durante el Rally de Marruecos. Imagen cedida / Mediagé Comunicación

Y es precisamente el rally más extremo del mundo, a través de su director David Castera, quien ha querido mostrar su apoyo a este nuevo proyecto. Por ello, visitó hace unas semanas las instalaciones de la marca para conocer de primera mano cómo ha surgido y evolucionado todo, también a nivel deportivo.

"ASO y todos los equipos del Dakar están muy orgullosos de acoger a un nuevo constructor como EBRO. Siempre es una excelente noticia para el rally, para su historia y para su imagen, sobre todo porque EBRO se posicionó inmediatamente en la vía del deporte desde su lanzamiento. Estamos encantados de poder acompañarlos, asistirlos y de que el Dakar contribuya a dar proyección a su marca", decía Castera.

Además, el rostro visible de la organización se congratulaba también de que este proyecto naciera moldeado por una piloto como Laia: "Su colaboración da aún más sentido a este proyecto. Es una piloto experimentada y es una historia muy bonita: coherente, inteligente, inspiradora y con una gran imagen femenina".

Durante su visita, Castera pudo ver las líneas de producción de los vehículos de serie de la marca, así comolas nuevas líneas que se están construyendo en EBRO Factory, un complejo de 307.000 m2 con una plantilla de más de 900 personas en el que, desde el inicio de su actividad en noviembre de 2024 hasta septiembre de 2025, se han fabricado más de 10.000 unidades, repartidas entre el s400, el s700 y el s800.

Y es precisamente este modelo, pero en una versión 'dakarizada' (s800 XRR), el que tendrá Laia para recuperar sensaciones y volver a sentirse grande en la prueba que se lo ha dado todo. "En el Rally de Marruecos, Laia rodó muy bien y el equipo firmó un primer éxito prometedor. EBRO descubrió un nuevo universo —el coche, la gestión del equipo, la asistencia— y supo afrontar el reto con seriedad".

"Estar casi cada día en el Top 20, en una competición donde el nivel no deja de crecer, ya es un gran rendimiento. Creo que pueden ir aún más lejos en el Dakar, donde la competencia es todavía más fuerte. Con la regularidad, la resistencia y la madurez que han demostrado, podemos esperar cosas muy buenas de EBRO y de Laia Sanz".

Ahora, solo falta ver cómo se comporta el coche en el desierto saudí y cómo se adapta Laia a su nueva máquina, la cual ha surgido justo a tiempo y tras un intenso trabajo enfocado por y para la competición. "Hemos compartido nuestra visión del proyecto y estamos alineados en el objetivo de construir una historia de éxito que una la innovación de EBRO con la aventura del Dakar", decía Pedro Calef, CEO de EBRO.