La cuenta atrás para que se apaguen los semáforos en el circuito de Sakhir ya está en marcha. Una contrarreloj para la que todas las escuderías de la Fórmula 1 trabajan a destajo, aunque algunas lo hacen con más temor que otra cosa. Es el caso de Mercedes y Ferrari, que parecen haber encontrado un duro competidor en el Mundial. Cómo no, se trata de Fernando Alonso, La Misión y Aston Martin.

Los test de pretemporada, precisamente realizados en el mismo circuito, han puesto de relieve el paso adelante dado por la escudería británica. Con Fernando Alonso a la cabeza, multitud de halagos han aparecido tras observar las mejoras que plasmó sobre el asfalto el flamante AMR23. Aunque hay una pregunta que ronda a todo el mundo, ¿es todo realidad lo que visto en Bahréin?

Desde luego que las lecturas son todas positivas en Aston Martin, por lo que La Misión parece coger forma. El nuevo equipo del piloto español ha dado un salto cualitativo y las sensaciones han sido inmejorables sobre el trazado que albergará la primera carrera del campeonato. Además, se han descubierto que elementos como la degradación de los neumáticos favorecen al coche de Fernando Alonso. A priori, todo parecen ser buenas nuevas. 

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Es decir, queda meridianamente claro que Aston Martin tiene un coche más que potable, superior incluso a los de la zona media. Ahora, la enorme diferencia con el trío cabecero que representan Red Bull, Mercedes y Ferrari parece una enorme distancia que recortar. Sin embargo, con los dos últimos parece que la cosa estará mucho más igualada, si bien es cierto que el Mundial todavía no ha empezado.

Ni unos ni otros quieren aventurarse a hacer quinielas sobre lo que ocurrirá el próximo fin de semana cuando arranque la carrera a las 16.00 horas. Eso sí, quién sí que se ha mojado ha sido uno de los grandes ingenieros de la Fórmula 1 como es Adrian Newey, perteneciente a la escudería de la bebida energética. "Mercedes, Ferrari y tal vez Aston Martin. No me intriga ninguno más", explicaba sobre a quién consideraba sus rivales esta temporada. Unas palabras que adelantan la igualdad de la situación.

Fernando Alonso rodando en Sakhir. Aston Martin

Euforia, pero sin pasarse

Lo cierto es que en el box de Aston Martin, y en el mundo en general, impera una sensación de ilusión. Se respira en el ambiente las ganas de ver triunfar a Fernando Alonso, aunque solo sea generando tensión y nervios sobre la pista. Eso sí, muchos ya sueñan con verle lograr la victoria 33. 

Sin embargo, él se ha mostrado cauto cuando ha sido preguntado sobre si serán capaces de mojarle la oreja a Ferrari o Mercedes. "Creo que no es realista pensar que estaremos cerca de los tres mejores, así que vamos paso a paso", declaró para 'Motorsport' sobre esa posible situación.

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En una entrevista con el Diario As, sí que dejó entrever el buen trabajo que hay detrás, pero recalcando de nuevo esas palabras de precaución. "Nosotros estamos realmente contentos porque podemos trabajar en el coche, ha ido bien los tres díasParece que es una buena base para futuros coches, pero nada más que eso", recalcaba.

Los aspectos a destacar en Sakhir fueron sin lugar a dudas el buen ritmo mostrado y la poca degradación de los neumáticos. Dos grandes armas que si se comparan con sus rivales salen favorecidos. Por ejemplo, el desgaste de las gomas de Ferrari fue mucho mayor que el de Aston Martin. En cuanto a velocidad, Alonso se mostró mejor que Hamilton o Russell.

Armas escondidas

Pero como buen test de pretemporada, Bahréin ha acogido a una serie de escuderías que pretendían dar sus primeras vueltas con los monoplazas y probar el funcionamiento de sus nuevas armas para la temporada 2023 que está a punto de empezar. Cuando empezaron faltaban apenas ocho días para ese arranque, por lo que muchos optaron por guardarse parte de su arsenal.

En el caso de Mercedes, con Toto Wolff a la cabeza, no dejaron ver muchas cosas. La escasez de brillantez del equipo de Hamilton apenas dio para especular, se limitaron a cumplir en una cita de estas características. Con el hambre impuesta para revertir el tropiezo de los dos últimos años, la escudería, a buen recaudo, estará afilando los cuchillos para cuando se apague el semáforo el próximo domingo.

En cuanto a Ferrari, su jefe de equipo se ha mostrado muy poco preocupado. Pese a ser superado en los tiempos de simulación de carrera, como el propio Alonso reconoció, las palabras de Vasseur llaman a la tranquilidad, al dejar hacer. "Si sólo buscas ver el nivel de rendimiento del equipo, estás muerto, porque entonces reaccionarás y funcionarás en función de la hoja de tiempos. Lo más importante es marcar las casillas que hay que marcar y, sinceramente, en esto hicimos un buen trabajo", recalcó.

Eso sí, para conseguir aumentar el hype, Wolff llegó a asegurar que "Aston Martin puede terminar segundo en Bahrein". Una apuesta que pone por delante al equipo de Fernando Alonso por encima de sus pupilos Hamilton y Russell, aunque forma parte del juego de cartas que impera en el Gran Circo

Lo cierto es que tanto los pilotos de Ferrari como los de Mercedes no han acabado del todo satisfechos. Ni el SF-23 ni el W14 parecen haber rendido a su máximo nivel en el trazado ubicado en el golfo Pérsico y eso les ha generado dudas a tan poca distancia del inicio. No obstante, nadie ha mostrado todo su potencial de carrera.

Tampoco se pueden extraer conclusiones exageradas de Aston Martin con su AMR23 y Fernando Alonso. Aunque las miras parecen altas, la realidad de las carreras es mucho más diferente. La catalogada como La Misión parece haber dado sus pasos con un monoplaza mucho más fiable que sus predecesores. Bahréin será donde se compruebe ese buen regusto que dejó la nueva máquina del piloto español.

Porque ni todo es tan blanco ni tan negro en esto de la Fórmula 1 y Aston Martin se agarra la posibilidad, por muy remota que sea, de conseguir esa victoria número 33 de Fernando Alonso. Ya sea más pronto o más tarde, puede desatarse la locura en el box de los británicos, aunque, de momento, hay licencia para soñar por todo lo alto hasta que se apaguen los semáforos.