A lo largo de sus 17 temporadas en el Campeonato del Mundo, nunca ha pasado tanto tiempo alejado de la competición. Desde que cayó lesionado en el primer entrenamiento libre de Assen, el pasado 28 de junio, Jorge Lorenzo se ha perdido cuatro carreras que han supuesto casi dos meses sin pisar el paddock de MotoGP.

En estos 55 días transcurridos desde que se fracturase las vértebras T6 y T8, el español ha guardado reposo en su casa de Lugano pero también ha tenido tiempo para disfrutar de una semana de vacaciones en las islas Maldivas junto a Tony Arbolino, piloto italiano de Moto3 con el que comparte entrenamientos y preparador físico en la ciudad helvética. Lorenzo vuelve a subirse a su Honda RC213V este fin de semana en Silverstone, donde ha ganado en tres ocasiones en MotoGP pero donde no espera ni siquiera estar entre los cinco primeros.

"Teóricamente, con esta lesión se necesitan tres meses para recuperarse por completo y han pasado dos desde el accidente. El edema de la vértebra sigue ahí, con lo cual todavía tengo un poco de dolor, pero creo que soy capaz de afrontar el fin de semana completo. No me encuentro para ganar o estar entre los cinco primeros, pero en cuanto me monte en la moto y encuentre el ritmo espero ser capaz de tener buen rendimiento como demostré en Montmeló", ha explicado Lorenzo durante la conferencia de prensa del Gran Premio de Gran Bretaña y antes de ser suprimido el habitual corrillo con los medios de comunicación españoles. Una decisión tomada por Honda y por él propio piloto para eludir responder a las preguntas sobre sus contactos con Ducati durante estos días de ausencia.

En estos dos meses de baja ha reconocido que lo pasó mal y comenzó a comerse la cabeza más de la cuenta. “Empecé a dudar sobre mi vida y mi carrera. Nunca había sufrido una lesión en la espalda y es algo serio. Sinceramente, me creó dudas sobre mi vida y mi carrera. Cuando empecé a sentirme mejor y más recuperado, estas dudas empezaron a desaparecer y empecé a estar convencido otra vez del compromiso y el reto que hace más o menos un año decidí asumir: el reto de ser competitivo también con una Honda de MotoGP”, ha explicado, después de reconocer que llamó a Alberto Puig, team manager del Repsol Honda, para asegurarle que iba a cumplir su contrato con HRC.

Una llamada que realizó después de que se desvelasen los contactos que había mantenido para regresar a Ducati. “Estoy aquí para hablar del futuro. Ya he dicho cuáles fueron mis sensaciones después de la caída y las dudas durante estas semanas”, ha respondido eludiendo manifestarse sobre sus contactos con la fábrica de Borgo Panigale.

Jorge Lorenzo, junto a su jefe de prensa, en el paddock del circuito de Silverstone. Repsol

Como siempre, el que no ha eludido ningún tema ha sido su compañero de equipo y ha aprovechado para mandarle un recadito a Lorenzo. "Lógicamente, hay que estar a las buenas y a las malas. Seguramente que quiera evitar preguntas, como se ha visto en la rueda de prensa en inglés con la pregunta estrella. Quizá, en el calentón, se movió hacia un lado y hacia otro sin pensar bien las consecuencias", ha señalado Marc Márquez, que ha ido más allá, "Cuando te comprometes con un proyecto ganador como es Honda, tienes que seguir con ese proyecto. Hay que ser consecuente con la frase que llevas en el casco ["Yo no soy un gran piloto, soy un campeón"]. Si eres un campeón, tienes que demostrar que cuando confías en algo lo tienes que hacer", ha sentenciado el vigente campeón del mundo de MotoGP.

[Más información: Márquez no se corta y le da un palo a Lorenzo: "Hay que estar en las buenas y en las malas"]

Noticias relacionadas