Al fin, casi cinco años después, Fernando Alonso ha ganado una carrera. Al piloto español no se le veía en lo más alto desde 2013, cuando el ganó el Gran Premio de España, en Montmeló, de F1. Y no, no ha sido en la Fórmula 1 en la que ha vuelto a saborear el premio de la victoria. Alonso ha tenido que refugiarse en el Mundial de resistencia para volver a verse en lo más alto del podio. Meritoria victoria en las 6 Horas de Spa, la primera prueba de este tipo en la que competía.

Alonso, con el Toyota Gazoo Racing, el mejor coche de todos los que competían, idéntico al que quedó segundo en Spa-Francorchamps, cruzó la línea de meta después de conducir algo más de dos horas y media de las seis que duró la prueba. Esta carrera la disputan tres pilotos por coche, y en lo que se refiere al coche nº8, el de Alonso, al asturiano le acompañaron Buemi, que inició la prueba, y Kazuki Nakajima, quizá el mejor piloto de los tres.

Y ganó Fernando 'a lo Alonso', con sufrimiento y problemas hasta el final. Después de una carrera en la que su coche estuvo siempre primero, la última media hora fue la que dejó la emoción a esta prueba con la que arranca el Mundial de Resistencia (WEC), que por primera vez durará dos años (acaba en junio de 2019). Cerca estuvo de perderla, porque Conway se acercó en el tramo final.

La aparición del coche de seguridad a falta de 40 minutos por un accidente agrupó a todos los coches y el Toyota Gazoo Racing nº7 (de Kobayashi, Pechito López y el propio Conway) se acercó (antes estaba a un minuto) hasta el punto de apretarle en los últimos kilómetros. Finalmente, Fernando aguantó y se llevó la victoria.

Alonso compitió en el segundo y último turno de una carrera larguísima en la que, como su propio nombre indica, gana el que más resiste. Hay que saber gestionar la velocidad y la fuerza del coche. Las primeras cinco horas y media fueron una monotonía en el que el Toyota nº8, el de Alonso, fue primero siempre. Le benefició que saliera de parrilla, gracias a la mejor pole de Nakajima el viernes, y a que su principal rival partía desde el pit-lane por una sanción en la sesión de clasificación.

Lo celebró bien Fernando, porque aunque esta no sea la principal prueba del Mundial de Resistencia (en realidad, el gran objetivo es prepararse para las 24 Horas de Le Mans), el triunfo abre un hilo de esperanza y alegría a un piloto que había perdido su aura en la Fórmula 1. Aquí, en una nueva forma de pilotar y de disfrutar, puede reencontrarse. 

1.820 días de espera. 4 años, 11 meses y 24 días. Fernando Alonso volvió a lo más alto y levantó el trofeo de campeón. El reto es ahora mantenerlo.