• 1 de 13

    Ángel Nieto ganó el primer Mundial de su vida en 1969. Sentenció el campeonato de 50cc con un segundo puesto en Opatija (Croacia), cuando pocas carreras antes había conseguido su primera victoria en un Gran Premio en Sachsenring (Alemania). Su familia y los chavales del barrio fueron los únicos en recibirle al llegar a Madrid.

  • 2 de 13

    Septiembre de 1970, penúltimo Gran Premio del año en Monza (Italia). Antes de la carrera, a Nieto se le cayó en el pie una olla con agua a 90 grados de temperatura (para el radiador de la moto). Ya en faena, tuvo que retirarse cuando marchaba tercero. Sin embargo, su máximo rival, Toersen, también abandonó, convirtiendo al español en campeón mundial de 50cc por segunda vez.

  • 3 de 13

    En un Gran Premio del Jarama de 1971 épico, Ángel Nieto conquistó su tercer Mundial. Había perdido el título de 50 por una caída en la que se hizo una herida grave en la rodilla. Cuando la gente empezó a marcharse del circuito pensando que no volvería a correr, el zamorano subió a la megafonía y anunció que lucharía por el título de 125. Acabó siendo suyo tras ganar la carrera.

  • 4 de 13

    En 1972, Nieto protagonizó una de las mejores temporadas de su vida. Logró cinco victorias durante el curso en 125 y dependía de sí mismo para llevarse el título en Montjuïc. El tercer puesto le aseguraba el campeonato con su Derbi, al igual que el Mundial de constructores, y así fue como terminó la carrera.

  • 5 de 13

    Por otro lado, el título de 50 no pudo ser más disputado, con una dura pugna con el holandés Jan de Vries durante toda la temporada. Tras empatar en puntos y victorias, el zamorano se llevó el gato al agua en Montjuïc gracias a sus mejores tiempos de finalización en las carreras: ¡se impuso por 21 segundos y tres décimas! Acababa de lograr un doblete histórico.

  • 6 de 13

    Tuvieron que pasar tres años para que Ángel Nieto volviese a ser campeón del mundo. Sucedió en 1975, ya en las filas de la escudería Kreidler. Tras dos temporadas con más luces que sombras en Morbidelli y de regreso a Derbi, el cambio de equipo le sentó bien: seis victorias y nuevo título de 50, consumado a falta de dos carreras.

  • 7 de 13

    1976 fue otro año de dominio imperial para Nieto en 50. Ganó cinco carreras y pudo celebrar el título de nuevo antes de tiempo, en Nürburgring (Alemania). Esa prueba fue una de las que ganó aquel año con Bultaco. Quedó segundo en 125, una categoría en la que su moto no fue tan fiable. Ya tenía siete Mundiales en su haber.

  • 8 de 13

    La regularidad fue decisiva para que Nieto revalidase su título de 50 también en 1977. Ganó menos veces que en otras temporadas (tres), pero a falta de dos carreras su distancia con respecto a sus más inmediatos perseguidores apuntaba a la gloria. Se confirmó en Anderstorp (Suecia), quedando segundo tras su compañero Ricardo Tormo, que le brindó una ayuda inestimable todo el curso.

  • 9 de 13

    En 1979, Nieto protagonizó una temporada antológica ya a los mandos de una Minarelli y centrado exclusivamente en 125. No tardó en empezar a gestar su victoria: en dos carreras, ya sacaba 18 puntos a sus perseguidores más cercanos. Manejó su liderato a la perfección y a falta de dos pruebas, en Suecia, la retirada de su gran adversario, el italiano Maurizio Massimiani, le dio el campeonato tras lograr ocho victorias.

  • 10 de 13

    La de 1981 fue otra temporada brillante para el zamorano. De nuevo en 125 y con Minarelli, llegó a acumular cinco victorias en seis carreras. Sumaría tres triunfos más y consumaría su décimo mundial en tierras británicas. Silverstone, en una carrera en la que venció por tres segundos, le encumbró. Su debut en 250 no fue tan satisfactorio: vigesimotercero con Siroco-Rotax.

  • 11 de 13

    En el mismo equipo, aunque con nuevo nombre y colores (Garelli), la solidez del español volvió a mostrarse a prueba de bombas en 1982. Logró seis victorias y, otra vez en Suecia, aseguró el Mundial de 125 a falta de dos carreras. Eso sí, lo hizo molesto: “La prensa española, salvo un par de excepciones, brilla por su ausencia. Francamente no lo entiendo; se siguen deportes en los que no se consiguen triunfos y aquí, que se ganan títulos, se nos deja olvidados”.

  • 12 de 13

    1983 no empezó con buen pie (dos abandonos), pero Nieto no tardó en recomponerse. Enseguida llovieron las victorias (seis) y, a pesar de algunos momentos de incertidumbre, sentenció el duodécimo título de su carrera, sexto en 125, en Silverstone. Lo hizo dando espectáculo hasta el final, con un adelantamiento múltiple en la última vuelta que pasó a la historia. En 250, con Yamaha, siguió sin obtener buenos resultados.

  • 13 de 13

    El último Mundial del zamorano, el del 12+1, llegó en 1984. El orgullo de su compañero y rival Lazzarini (“Este año, Nieto bailará al son que yo toque”) no le amedrentó. Una nueva retahíla de victorias (seis, incluida una saliendo desde el vigesimotercer lugar en el Jarama) volvió a encumbrarle. En Silverstone, a pesar de romper un semimanillar antes de salir, se proclamó campeón de 125 tras el abandono del italiano. Sin puntos en 250, se retiró en 1986 tras competir dos años más en 80cc con Derbi y uno con la Ducados en 125. Atrás quedaron también 23 Campeonatos de España en distintas cilindradas.