Malas noticias para la expedición de España en los Juegos Olímpicos de Tokio. Carolina Marín no podrá estar en la cita de este verano después de que se haya confirmado que se ha roto el ligamento cruzado anterior y los dos meniscos de la rodilla izquierda. Después de sufrir un problema similar la pasada temporada, había hecho una recuperación específica y así poder llegar. Finalmente, esta misma semana comenzará un nuevo tratamiento para pensar ya en el futuro.

En un comunicado de prensa ha anunciado que tendrá que volver a pasar por el quirófano después de consultar con los médicos este fin de semana el problema que había sufrido la semana pasada. En un primer momento, el alivio era que no se trataba de la rodilla que ya se lesionó de gravedad en enero del año 2019. Todo sucedió durante el entrenamiento, de hecho, pudo terminarlo tal y como informó en la nota que compartió a través de las redes sociales.

A menos de dos meses para la inauguración de los JJOO, Marín sufre este tremendo revés. España tenía en ella una de sus principales bazas de medalla, incluso con grandes aspiraciones al oro olímpico. Como ocurriera en 2019, vuelve a tener afectado el cruzado anterior, aunque esta vez es de su rodilla izquierda. Después de lograr el oro en Río 2016, la onubense se queda sin opción de renovar su metal en la cita que se aplazó a este 2021 por la pandemia.

Marín estaba siendo una de las mejores jugadoras del circuito mundial, ya que había recuperado su magia y se había preparado físicamente de manera formidable para no notar el efecto del parón por la pandemia. En la presente temporada sumaba ya cuatro títulos, entre ellos su quinto Campeonato de Europa consecutivo.

Una de sus grandes metas este año era, además de llevarse ese preciado metal de Japón, culminar el año con el Campeonato del Mundo que se celebra en su ciudad, en Huelva. Con este éxito lograría un hito histórico en el bádminton, alcanzar en un mismo año la Triple Corona con el Europeo, los Juegos y el Mundial.

La otra lesión

A principios del 2019, la española cayó lesionada tras romperse el ligamento cruzado durante la final del Masters de Indonesia. Un paso por quirófano y largos e intensos meses de recuperación: "El médico me empezó a enseñar las resonancias y me dijo que había algo roto, no me lo quería creer. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, el tiempo fuera de las pistas… lloré todo lo que tenía que llorar en la clínica".

Ahora vuelve a afrontar una situación similar en su otra articulación. Su temporada estaba siendo fantástica, con victorias importantes y con muy buenas sensaciones en el juego, recuperando esa solidez que le hicieron ser la mejor del mundo. Toca volver a empezar y, a sus 27 años, 28 en unos días, volver a tener esa ilusión que siempre le ha caracterizado por ser una pionera en el bádminton español y seguir consiguiendo éxitos.