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La segunda jornada del Open de España ha sido muy complicada para Sergio García, aunque el castellonense consiguió pasar de la frustración a la sonrisa en 18 hoyos tras asegurarse el corte.

Después de un primer día aceptable, Sergio García terminó la segunda jornada del Abierto de España en una situación muy difícil, reconociendo incluso que en ciertos momentos pierde el control y no sabe bien lo que hace.

En cifras, el golfista castellonense completó su recorrido en el Club de Campo Villa de Madrid con 70 golpes, quedando con -1 respecto al par del campo, bastante alejado de los primeros puestos; aunque al menos logró asegurarse pasar el corte.

A pesar de ello, García se mostró muy autocrítico. El propio jugador admitió que, viendo su desempeño, a veces parece no estar al nivel que se espera de un profesional.

"No he jugado bien. He pegado golpes muy malos. No da la sensación de que sean golpes de profesional. Es lo que hay. Hay que seguir trabajando. Estoy cabizbajo porque estoy entrenando, jugando de maravilla, pegándole muy bien a la bola, con mucha confianza y luego llego al torneo y hay varios momentos en los que no sé lo que hago. Eso no me satisface", explica.

Preguntado sobre a qué achaca su irregularidad en el juego, respondió: "Muchas cosas. Me gustaría intentar tener un poco más de confianza a la hora de escoger el golpe. Si fuera fácil, lo haría todo el mundo. A ver si consigo hacer las cosas un poco mejor y ver qué pasa".

Además, dejó claro que no es lo mismo dar un par de golpes buenos entrenando que ponerlos en día y momentos exactos de competición.

"En el entrenamiento, es todo más sencillo. Lo ideal es jugar como entrenas, pero es lo difícil de hacer. Lo he conseguido hacer en algunos momentos de mi carrera, pero no es lo más sencillo. La competición te exige mucho más", sentencia el ganador del Masters de Augusta de 2017.

La joven Armada

La continuidad de Sergio en la competición no fue la única noticia positiva tras la primera jornada en el recorrido diseñado por Javier Arana. La conocida como 'baby Armada' volvió a evidenciar su talento.

El jueves, Ángel Ayora (21 años) había destacado como el mejor entre los 21 españoles presentes; este viernes, el protagonismo pasó a David Puig, quien firmó una tarjeta de 69 golpes (-2, acumulando un total de -4).

Pese a ello, el resultado dejó a Puig con un sabor agridulce, ya que durante gran parte de la ronda parecía encaminado a una actuación aún más brillante. Alcanzó el hoyo 4 con -3 (iniciando también por los segundos nueve), sumando seis birdies, pero en los últimos cinco hoyos se complicó con dos bogeys.