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Ha concluido una Ryder Cup histórica que alternó luces y sombras. El torneo dejó imágenes deportivas memorables y algunos episodios polémicos que reabrieron el debate sobre la conducta en las grandes citas.

El esfuerzo de Europa por ganar al equipo de Estados Unidos en su casa fue enorme. Bethpage Black ofreció un ambiente hostil para el conjunto europeo donde la reacción del público a cada acción destacada condicionó los partidos.

Fuera del campo hubo momentos para la euforia, así como ciertos incidentes. La victoria de Europa se celebró con intensidad, pero algunos episodios empañaron la imagen y dejaron una sensación agridulce entre los jugadores.

En lo deportivo, el español Jon Rahm marcó la pauta durante dos jornadas. El 'León de Barrika' acumuló minutos importantes de juego y pagó parte del esfuerzo el domingo, aunque su contribución global resultó decisiva.

Remar en las primeras sesiones resultó clave para que Europa llegara con ventaja al domingo. Rahm disputó cuatro partidos en los primeros dos días y cerró su torneo con tres victorias y dos derrotas. Su liderazgo fue evidente a pesar del cansancio en el final.

"El equipo estadounidense hizo un trabajo increíble. Lo que casi lograron fue increíble, pero por suerte teníamos una ventaja considerable y la gente necesaria para lograrlo. Es difícil de describir. Es difícil describir el ambiente que ha reinado toda la semana, lo duro que ha sido para todos nosotros, y no podría estar más orgulloso de todo el equipo. Nos unimos como equipo y logramos lo que creíamos imposible", dijo tras el torneo Rahm.

Sobre la remontada estadounidense que se quedó a medias, dijo: "Es golf. Deportes. Es la razón por la que el domingo se juegan 12 puntos. Muchas cosas pueden cambiar, y así fue hoy. Una vez más, Estados Unidos hizo lo que debía hacer, embocó putts excelentes".

"Eso marcó la pauta y luego las ovaciones no cesaron y se pueden sentir en todo el campo de golf,y los chicos en la posición más difícil de todos lograron aguantar y lograr el objetivo. También felicito a Ludvig Aberg por la victoria. Se mantuvo firme ante un rival tan duro como Patrick Cantlay y consiguió el punto pronto, lo cual también fue muy útil", añadió.

Lo celebró Rahm totalmente desatado, dejando una icónica imagen junto a un grupo de aficionados europeos. Habiendo caído la noche, Rahmbo desató con ellos su euforia dejando una escena pocas veces antes vista.

El español también se acordó de José María Olazábal, vicecapitán europeo: "Nos dijo esta semana que ya no quería ser conocido como el último capitán de la Ryder Cup en ganar en Estados Unidos. Simplemente me alegra que pudiéramos lograr eso". 

McIlroy, víctima recurrente

Junto al triunfo, llegaron noticias menos gratas. Rory McIlroy denunció que su esposa, Erica Stoll, fue golpeada por una lata de cerveza lanzada desde el público y sufrió insultos que la afectaron. Las imágenes y testimonios despertaron un rechazo generalizado.

McIlroy respondió defendiendo a su pareja y subrayando su fortaleza: "Erica está bien. Es una mujer muy, muy fuerte. Lo ha gestionado todo esta semana con clase, aplomo y dignidad, como siempre. La quiero y vamos a pasarlo genial celebrando esta noche".

Sobre la seguridad ante la actitud provocadora de muchos aficionados americanos, McIlroy ironizó: "Ojalá hubieran soltado a los perros". El norirlandés, víctima constante de insultos durante toda la Ryder, reaccionó al comienzo del torneo con una peineta dirigida hacia algunos espectadores.

El ambiente alcanzó tanta tensión que hasta se vio involucrada Heather McMahan, una mujer que fue contratada como animadora y que en determinado momento se sumó a los insultos a McIlroy: "¡Que te jodan, Rory!", dijo según se captó en un vídeo. Fue despedida por la polémica.

La Ryder Cup quedará en la memoria por la épica en el juego y por los incidentes del público. El torneo mostró lo mejor del golf en equipo, pero también resaltó la necesidad de proteger a los jugadores y sus familias.