Jon Rahm se recupera en The Open. El español entregó una tarjeta de 67 golpes (cinco bajo par) este viernes en la segunda jornada del Abierto Británico para seguir adelante, con un acumulado de 140 (-4). El vasco tenía que reponerse de la primera jornada en el Old Course de Saint Andrews. Siguió el camino que le marcó un Sergio García que firmó una gran vuelta dos horas antes que él y se mete en la lucha de los favoritos pasando el corte sin problemas.

El español aspira a mejorar su tercer puesto en Royal St George's del año pasado y convertirse en el segundo jugador español en levantar la Jarra de Clarete. Su héroe, Severiano Ballesteros, ganó el segundo de sus tres The Open en el Old Course en 1984. Esa imagen icónica con el puño al aire del cántabro es la que quiere repetir Rahm. El número tres del mundo necesita seguir mejorando su golf, pero lo visto este viernes alimenta el optimismo. 

Rahm nació 10 años después de que 'Seve' se llevase ese segundo British Open, por si sus caminos no estuvieran lo suficientemente unidos. El año pasado también empezó con un +1 el primer día que le costó perder la gran batalla que libró contra Collin Morikawa. Todavía tiene que registrar un resultado entre los 10 primeros en un Major en lo que va de 2022, pero Jon tiene la madurez necesaria a sus 27 años para superar cualquier barrera mental que pudiera suponer esta circunstancia en cualquier otro golfista.

El de Barrika estuvo muy sólido durante todo el recorrido y solo cometió un fallo en el hoyo 15. Estaba obligado a la remontada en el segundo día de acción tras haber firmado 73 golpes, uno por encima del par. No pudo empezar mejor, con birdies en los dos primeros hoyos y otro en el quinto. Protagonizó golpes muy buenos como en el seis para salir de la maleza y llegar a green, aunque allí el putt se le fue largo y se tuvo que conformar con el par.

Las sensaciones son buenas, aunque dispuso de la oportunidad de cerrar la primera vuelta con un eagle, pero se le escapó, como también lo hicieron los birdies en el 12 y 13. Logró estar por debajo del par en el 14, pero no pudo consolidarlo y cedió un bogey en el decimoquinto. Pudo penalizar también en el 16, pero lo evitó con el putter, firmó el par en el 17 y cerró con un birdie en el último, de nuevo con un gran golpeo en el green.

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Nick Faldo ha pronosticado que algún jugador firme durante el fin de semana 60 o 59 golpes, unas cifras que se situarían en 12 o 13 bajo par. Con esos registros en mente, Rahm está en la pomada tomando como referencia la gran jornada inaugural de Cameron Young con su -8. Hay mucha tela por cortar todavía en St. Andrews.