En el fútbol no todo es estrictamente fútbol. No todo es una buena jugada de Leo Messi o un gol de Luis Suárez. Hay más cosas que determinan un resultado. Por ejemplo, las decisiones arbitrales. Una equivocación del colegiado también es decisivo en muchos partidos. El partido de este sábado en el Camp Nou es buena prueba de ello. [Narración y estadísticas: Barcelona 2-0 Málaga]
Ganó el Barcelona pero su victoria es imposible de entender sin un escandaloso error de González Fuertes, el arbitro del partido, debutante en Primera División este año. Ni él ni su linier vieron que la asistencia del gol del 1-0, obra de Deulofeu, la había hecho Digne claramente fuera del campo. El balón había pasado la línea de fondo y la defensa del Málaga se paró al ver como el esférico había salido del terreno de juego. Era el minuto 2 y los árbitros decidieron independizarse de toda lógica del reglamento, esta vez sin esgrimir el mandato de un referéndum chapuza.
Momento en el que Digne da la asistencia del 1-0 del Barça fuera del campo.
Bien es verdad que esa acción fue nada más comenzar el encuentro y que todavía quedaba mucho por delante, pero si ya al Málaga le costaba sobrevivir del Camp Nou (es el último, con un solo punto en nueve partidos) más imposible se le puso con esa declaración de intereses. Ese error arbitral acabó decantado hacía un lado el partido y puso por delante al Barcelona cuando la legalidad decía que debía ir empate.
A diferencia de otros partidos (véase Eibar o Espanyol), donde el fallo arbitral cayó del lado culé cuando el resultado era de 0-0 pero después los azulgrana arrasaron sin dejar dudas, contra el Málaga el Barça ni arrolló ni se sintió del todo cómodo. Dominó el partido, cumpliendo con lo esperado, pero no asedió a la portería andaluza. Incluso el equipo de Míchel, que sigue pendiendo de un hilo aunque por ahora aguantó siempre con vida, dio algún susto, todos ellos muy aislados. Los malacitanos demostraron el porqué de su situación. No tienen gol. Pero en el Camp Nou ni mucho menos jugaron mal.
Con el viento ya a favor, el Barça cogió el balón y, quedándose muy lejos de deslumbrar, aumentó la distancias. Y lo hizo a medio gas, sin necesitar de estar a su mejor nivel. Marcó Iniesta en un gol que recordó al Iniesta de hace unos años. Entró en el área y tras un buen control remató a puerta. Fue ayudado por un toque del defensor del Málaga, que hizo más raro el disparo. A Andrés Prieto, que debutó en Primera (y en que escenario), solo le quedó mirar. Iniesta no marcaba en Liga desde el 0-4 en el Bernabéu. Justo un año y once meses después.
Los jugadores del Málaga protestan al árbitro.
Con el 2-0 aguantó bien el Barça, sin despeinarse, y el Málaga controló la herida sin riesgo a que su serio partido acabara en goleada. Hasta el final del partido buscó el gol, siempre sin acierto. Los de Míchel estaban sentenciados desde el minuto 2, cuando el árbitro les 'mató' dando por válido uno de los goles ilegales más fácil de ver en años.
Sigue líder el equipo de Valverde, que no conoce la derrota y mantiene la distancia de cuatro puntos sobre el Valencia, que goleó al Sevilla en una tarde de fiesta en Mestalla. Lo bueno del Barça es que aún jugando regular, gana. Ya sea por méritos propios o ajenos.