“Vine como un rey, me marcho como una leyenda”. Así se despedía Zlatan Ibrahimovic de París. Lo que peor se digiere de este tipo de frases prepotentes es que tiene razón, podemos dudar de las formas pero no del contenido, cuando el sueco aterrizó en la Ligue 1 el PSG empezaba su proyecto. Cuatro temporadas, 156 goles marcados y con doce títulos en el bolsillo, el rey se ha convertido en leyenda y ahora busca nuevos retos: “Podía haber estado cinco años más en el PSG si hubiese querido pero no veía más desafíos, miro a mi espalda y veo que mi historia aquí está cerrada. Misión cumplida”. Ahora en Manchester le espera un panorama distinto, un equipo fuera de la Champions, con una plantilla por hacer, un enemigo al alza tras la llegada de Guardiola y poco más que la presencia de Mourinho, no es un mal punto de partida, para crear y creer en un futuro prometedor.



Tras muchas semanas de espera, la llegada de Ibrahimovic ya es oficial. El jugador que estaba sin equipo ha firmado por el Manchester United y el club ha apostado fuerte por él: doce millones de libras por un año de contrato y un pago de ocho millones por firmar –el punto caliente que ha retrasado el acuerdo, porque Mino Raiola, agente del jugador, quería su pellizco-. Mourinho ya tiene a su líder sobre el campo para levantar los ánimos de una afición desencantada.



Ibrahimovic sigue en el olimpo

El Manchester United ha conseguido al mayor talento disponible en el mercado. En un verano en el que el nuevo contrato televisivo de la Premier y las urgencias de todos los proyectos que nacen (City, United, Chelsea, incluso el nuevo rico Everton) incrementarán los precios, la llegada de Ibrahimovic parece ‘barata’. Estamos hablando de un jugador que en la última campaña anotó 50 goles y repartió 19 asistencias en 51 partidos. Cifras que suponen el mejor registro de toda su carrera y que restan importancia al hecho de que en octubre cumpla 35 años.

Con 1,09 goles y 0,35 asistencias por cada 90 minutos jugados no hay duda, Ibrahimovic sigue a gran nivel. El United ha conseguido atar al jugador más espectacular y prolífico de todos los terrenales –Messi y Cristiano no entran en esta categoría-. En las últimas tres temporadas el sueco ha marcado 121 goles -0,99 goles por cada 90 minutos jugados- y ha dado 44 pases de gol. Cierto que en Francia su PSG no tenía oposición pero sería un error hablar de estas cifras como algo normal.

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El único pero a su carrera es su escasa participación en las noches importantes de la Champions League. Su registro en eliminatorias de la máxima competición continental (octavos, cuartos y semifinales) es de 10 goles y 10 asistencias en 40 partidos. No son cifras al alcance de cualquiera, pero están lejos del nivel que se esperaba de él y, más recientemente, lejos de lo que el PSG es capaz de hacer. De todas formas la temporada que viene no jugará Champions, su United estará en Europa League.

Por qué Ibrahimovic encaja en el Manchester United

El proyecto de van Gaal colapsó entre una plantilla descompensada y pocos goles. El United del último año tenía claro que quería el balón, lo retenía, lo movía pero no sabía cómo darle utilidad. Posesiones largas sin verticalidad que acababan desesperando a propios y extraños. Con Mourinho se esperan cambios: menos balón pero más productividad con él. La llegada del sueco da una referencia para pisar el esférico cerca del área rival y saber organizar ataques, para amenazar con disparos y, lo más importante, para dar calidad en la definición. Si contabilizamos la última campaña liguera de Zlatan y del Manchester United llegamos a un dato inesperado: Ibrahimovic promedió más goles por cada 90 minutos de partido (1,3) que todo el Manchester United en Premier 2015/16 (1,2).

A la pregunta por qué Ibrahimovic encaja se contesta fácil. Es el miembro de la plantilla del United que más gol tiene, mejor sabe dirigir un ataque y más coherencia puede dar a las posesiones de un equipo que viene de un año de posesión y pases pero sin ritmo ni peligro. Además Zlatan dará mordiente con sus 5,1 tiros cada 90 minutos.

Dónde ubicar a Zlatan

Adquirir al ‘10’ sueco tiene un condicionante. Cuando el United ficha a Ibrahimovic sabe que debe darle libertad, en París le hemos visto bajar hasta la zona de centrales para sacar el balón. Evidentemente no es algo habitual, pero es un buen ejemplo para explicar su momento actual. Él no quiere esperar, él pedirá el balón, también entrará en contacto con él sin estar cerca del área y el resto del grupo tendrá que adaptarse y correr, abarcando el terreno al que él ya no llega y dando opciones por delante.

Sus últimas cuatro campañas han sido partiendo desde la punta de un 4-3-3 pero bajando y aprovechando a los extremos. Si vemos a qué jugadores ha asistido en sus últimos años comprendemos que necesita dos bandas que se desmarquen, pisen área y le proporcionen la velocidad que el sueco ya no tiene. Y esto se entiende de maravilla con lo que ha sido el primer año de Anthony Martial en el United, quien desde banda izquierda ha acabado como máximo goleador y proporciona muchas de las facetas del juego que requiere Zlatan. Aunque Martial sea un jugador más de balón al pie que de carrera al espacio, desde su costado encuentra la manera de llegar a zonas de remate en el área (mapa en el gráfico) y ahora tendrá al mejor proveedor de balones que podría soñar, Ibrahimovic.

Zlatan asistencias

Un panorama en el que Ibrahimovic estaría partiendo como delantero y Martial desde banda izquierda que podría encajarse a Wayne Rooney desde el interior izquierdo en un 4-3-3. La incógnita de Rooney en la medular encontraría en Ibrahimovic un socio para circular el balón, una referencia cercana que dando calma permitiría al inglés jugar de cara a portería y desplegarse, el papel de Rooney como delantero centro ha fracasado estos últimos años porque no puede jugar de espaldas y pelear los balones, Rooney necesita tener a la portería de frente y a alguien que se mueva por delante. Con Ibrahimovic, Rooney puede volver a hacer lo que mejor se le da: ser el escudero de la estrella.

¿Y dónde encaja Marcus Rashford en todo esto? El delantero inglés de 18 años se ha ganado un puesto en el primer equipo. 7 goles en 13 tiros a puerta es un gran ratio, más aún para un novato. La llegada de Ibrahimovic puede interpretarse como una mala señal para sus opciones de titularidad, pero Rashford puede ser un gran activo en la plantilla dando movilidad y velocidad al ataque, papel que ha tenido en la Eurocopa. No necesita muchos toques con el balón y cada vez entiende mejor cuando ofrecerse en corto, cuando caer a banda y cuando ir al espacio. Aunque en un primer momento dudemos de su titularidad, más aún con el historial de Mourinho y los jóvenes, tiene características para sumar en el United de Ibrahimovic.

Y es que precisamente eso necesitaba este equipo, ser de alguien sobre el campo, tener algo de personalidad y carácter. Y eso con la llegada de dos talentos como Mourinho e Ibrahimovic está asegurado. Aunque queda mucho camino por delante y muchos ajustes por hacer en esta plantilla que todavía carece de defensas de nivel, de repuestos en el medio y de jugadores para la banda derecha. La lista de la compra es larga aunque ya tienen lo más valioso, Ibrahimovic es un ‘red devil’.

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