Hay miedo en Lyón. Los ultras del Olympique de Marsella dan miedo hasta a sus propios aficionados, así que más aún a los aficionados del Atlético de Madrid que se han desplazado a Lyón y, especialmente a la fuerzas de seguridad, que han movilizado a más de 1.000 agentes para reforzar la seguridad de la final de la Europa League que se disputa en el Groupama Staium. Lo complicado de prever era que a los ultras franceses se aliarían con grupos de diversas nacionalidades en la previa del encuentro ante el conjunto rojiblanco.

La policía francesa decidió acotar el espacio de los ultras marselleses en un aparcamiento cercano al estadio lyonés y desde allí trasladar a los fans más peligrosos bajo un estricto control policial. De hecho, así se ha desarrollado la previa del encuentro, sin más incidentes que alguna bengala suelta (también se vio alguna sobre el césped cuando los primeros aficionados entraron al estadio) y muchos canticos.

La imagen inesperada llegó con las fotos que los propios ultras se tomaron antes de acceder al Groupama Stadium. Es esas imágenes se puede contemplar a los ultras del conjunto marselles hermanados con las facciones más radicales de equipos de otros países. Es el caso de los ultras del AEK de Atenas griego o del Livorno y la Sampdoria italianos.

Por parte del Atlético de Madrid se desconoce el número exacto de integrantes del Frente Atlético que se han desplazado a la ciudad francesa para la final de la Europa League, pero la policía ha preferido desarrollar un amplio marco de seguridad a sufrir enfrentamientos entre los grupos radicales de ambos equipos. Hasta el momento reina la tranquilidad en Lyón.

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