El fútbol sin emoción no es fútbol. Así lo deben entender en la Federación Española de Fútbol, que sigue creyendo en una Copa del Rey aburridísima, sin ningún tipo de atractivo, lejos de cualquier interés por parte del aficionado. La goleada del Barcelona al Murcia (también la del Sevilla en Cartagena, 0-3) confirmó la superioridad de unos sobre otros y la excesiva tranquilidad que el equipo de Primera tiene ante el de Segunda B. [Narración y estadísticas: Murcia 0-3 Barcelona]

Con todo decidido ya en la ida, ¿para qué servirá el partido de vuelta? Únicamente para que los jugadores del Real Murcia se fotografíen en el Camp Nou y puedan cumplir el sueño de muchos niños: jugar en uno de los estadios más grandes del mundo. Pero fútbol habrá poco. Con un 0-3 no queda opción ni a la mínima competitividad que debería haber en cada partido.

Ganó el Barcelona en La Nueva Condomina de Murcia en un partido en el que los locales no hicieron tan mal encuentro para lo que podía parecer antes del mismo y lo que parece después conociendo el resultado. Lógicamente los culés, llenos de suplentes, no tuvieron problemas, aunque con 0-0 los 'pimentoneros' tuvieron dos acercamientos peligrosos con los que demostraron donde estaban, en 2ªB. Esas ocasiones no se pueden fallar en el primer nivel.

Al Barça le costó entrar en el ritmo del partido pero una vez situado arrasó. De este martes pueden irse contentos jugadores como Alcácer, que salió del ostracismo y marcó su primer gol del curso, Deulofeu, que pudo disfrutar de su juego eléctrico, y el joven Arnáiz, que debutó con el primer equipo azulgrana, en Murcia de azul celeste.

Alcácer remata de cabeza. Fue el gol del 0-1. EFE

 

Cuando la primera parte ya llegaba a su fin, Alcácer remató un buen centro de Deulofeu para adelantar al Barça. Su cabezazo fue curioso, porque apenas se movió. Fue todo muy fácil, la mejor representación de lo que fue el partido y esta ronda de Copa. Ya en la segunda parte anotó Deulofeu su gol en esas jugadas que tanto le gusta hacer y que no puede hacer en Primera. 

La goleada la completó Arnáiz, un chaval al que el Barça ha fichado este verano del Valladolid, donde estuvo tres años. Por él pagaron 3,5 millones de euros, una cantidad altísima para un jugador de Segunda División. Los culés ficharon a un futbolista para su filial por mucho más dinero que algunas de las contrataciones que se hacen en Primera. Por lo mostrado en la Condomina, el jugador de Talavera de la Reina (ciudad en la que creció personal y profesionalmente) alzó la voz y explicó con su juego que quizá su fútbol sí valía esos 3,5 millones. Es además jugador de banda, un extremo de ataque, posición que tras la baja de Dembélé sigue todavía hueca, sin dueño fijo que sustituya al francés.

No sufrió el Barça y así de fácil ganó. Estaba claro que lo haría antes incluso de que empezara el encuentro. El Murcia al final consiguió lo que quería, hacer una buena taquilla y recibir a un grande. Pero esto hace daño al fútbol. Por supuesto que puede haber partidos desiguales en otros torneos (sin ir más lejos el Barça ha ganado algunos partidos por más diferencia que el de este martes) pero ya el formato de Copa alimenta la desafección.

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