Cesc Fàbregas, al igual que Xabi Alonso, lleva muy pocos pasos como entrenador en la máxima élite. El canterano del Barça, que está brillando en el Como italiano, ha diseccionado uno de los grandes problemas que aquejan al Real Madrid de Xabi esta temporada.
Lejos de quedarse en el análisis táctico o en los dibujos sobre la pizarra, Fàbregas ha apuntado directamente en unas palabras a DAZN a la gestión humana, esa "mano izquierda" indispensable en la élite.
Su diagnóstico es claro: el problema no es tanto el sistema, sino la imposibilidad de satisfacer a un vestuario donde el ego y la autopercepción de titularidad indiscutible chocan con la realidad de las rotaciones.
Cesc Fábregas da instrucciones a sus jugadores durante el partido ante el Inter de Milán.
"Todos piensan que tienen que jugar y manejar eso es difícil", sentenció Cesc.
Para Fàbregas, el reto mayúsculo de Alonso no reside en cómo atacar un bloque bajo o cómo presionar la salida de balón, sino en convencer a futbolistas, acostumbrados a ser intocables, de que el banquillo es una posibilidad real.
En un ecosistema como el del Bernabéu, donde cada suplencia de un "crack" se convierte en un debate nacional y en malas caras en Valdebebas, el equilibrio se rompe con facilidad.
El exjugador del Barça y Arsenal, que conoce bien las dinámicas de vestuarios repletos de "gallos", sugiere que Alonso se encuentra atrapado en esa gestión de expectativas.
En el alambre
Xabi Alonso ha comprado tiempo con las victorias ante Alavés, Talavera y Sevilla, pero la preocupación en el club por cómo se juega persiste. El parón navideño servirá para resetear piernas, pero no borrará las dudas tácticas.
El regreso a la competición el 4 de enero contra el Betis será solo el preludio. La verdadera reválida será la Supercopa de España. Históricamente, este torneo ha servido de trampolín o de guillotina.
Para Xabi, levantar el título podría significar el crédito necesario para enderezar el rumbo y acercarse a los números de la segunda etapa de Zidane (quien con un perfil más bajo en la 19/20 logró blindar su portería). Caer, especialmente si la imagen es pobre, podría activar los fantasmas de Benítez y Lopetegui.
En semifinales se verán las caras con el Atlético de Madrid. Si superan el peaje podrían verse las caras con el Barça de Flick en la final. Un partido a vida o muerte no sólo para el Real Madrid. También puede serlo para Xabi Alonso.
