Dean Huijsen tenía apenas seis años cuando, tras aterrizar en España para vivir con su familia, se enroló en las filas del Costa Unida CF. En este modesto club de Marbella dio sus primeros pasos como futbolista hasta convertirse en una estrella del Real Madrid y la Selección, pero ahora resulta mucho más complicado para este tipo de equipos formar a los jugadores del futuro.
El artículo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA lo complica todo. Esta normativa, ideada para evitar tratar a los jóvenes talentos como mercancía, también tiene un lado oscuro que está lastrando la formación de jugadores.
Ahora, si un menor extranjero llega por primera vez a España y quiere inscribirse en cualquier club de la base tiene que superar un proceso burocrático interminable que desespera hasta al más paciente. Niños, con la única voluntad de jugar al fútbol, que acaban tomando otro camino ante la imposibilidad de desarrollar su sueño.
Papeleo y federaciones
El problema es claro y afecta a miles de niños en todo el fútbol base español. Un pequeño llega a España procedente de otro país y decide apuntarse a un club para jugar federado. Sin embargo, pronto se encuentra con el primer obstáculo.
Los clubes aceptan de buen grado a cualquier joven talento, pero estos no pueden jugar partidos oficiales hasta superar el trámite burocrático. Nóminas de los padres, alquileres o hipotecas, pasaportes... Los organismos piden papeleo de todo tipo para asegurar que todo está en regla.
Una vez que los padres pueden aportar toda la documentación requerida -no sin recelo en muchas ocasiones- aparece la segunda barrera, la de luchar contra el tiempo.
Los papeles llegan primero a la federación regional de turno, posteriormente si están en regla se elevan a la RFEF, y si todo marcha según lo previsto entonces terminan en la federación de origen del niño en cuestión. Todo ello para que FIFA, el responsable final de esta norma, dé el OK a la inscripción.
El proceso, que ya es complejo de por sí, se convierte en un trámite interminable. Periodos de espera de días, semanas, meses e incluso algún año. "Algunos niños se cansan de aguardar y acaban dejando el fútbol", cuentan algunos de estos clubes afectados.
Cansados de esperar
El problema no es tanto la norma, sino la lentitud a la hora de resolver los trámites exigidos. Hay niños que todavía no han podido debutar desde que a principios de la presente temporada llegaron a un club, y eso son ya varios meses de espera.
La situación de estos jóvenes talentos es delicada. Siguen formando parte de un club, entrenan cada semana junto al resto de sus compañeros y son uno más en el grupo. Sin embargo, cuando llega el fin de semana no pueden jugar competiciones oficiales porque eso supondría una grave multa para su club.
No jugarán hasta que su caso se solucione, y eso es algo que a los más pequeños les cuesta entender, y que a los padres exaspera. Los clubes, al igual que los jugadores, son las víctimas de este atasco burocrático.
Se prepara la protesta
Ante este bloqueo del fútbol base que, indudablemente afecta al fútbol de élite del futuro, varios clubes de la Costa del Sol han decidido alzar la voz. Hasta 17 clubes de Marbella, entre los que se encuentra el Costa Unida CF donde 'nació' futbolísticamente Dean Huijsen, se han agrupado para denunciar este contexto.
El problema afecta a todas las edades. Desde niños de seis años hasta juveniles de 18 años. Muchos de ellos se inscribieron en sus respectivos clubes el pasado mes de agosto, y ya entrado diciembre todavía no han podido debutar en competición oficial.
"A las seis o siete semanas del proceso se aburren porque no quieren seguir esperando", comentan desde estos clubes que han unido sus fuerzas para denunciar la situación.
Entre estos 17 clubes acumulan unas 300 fichas que están bloqueadas todavía desde agosto. Unos 300 jugadores nacidos en el extranjero que por primera vez querían jugar federados en España pero que todavía no han podido hacerlo por este trámite burocrático.
Desde esta unión de equipos que se ha creado para solicitar una solución de urgencia estiman que en la provincia de Málaga podría haber unos 2.000 casos pendientes, y en Andalucía unos 10.000 o 12.000 niños sin jugar.
El problema, no obstante, es nacional. En Andalucía es donde han alzado la voz, pero pasa en todo el territorio nacional. O en casi todo, porque en la Comunidad de Madrid y en Baleares las federaciones territoriales otorgan una medida cautelar en el momento en el que se presentan los papeles. Entonces, los niños pueden jugar mientras se resuelve la burocracia.
Ahora, estos clubes se plantean la opción de parar las competiciones si todo sigue igual con el paso del tiempo. Ya hicieron una sentada hace unos días, pero están dispuestos a ir hasta el fondo.
Niños discriminados
Entre estos clubes que ahora se unen para denunciar la situación públicamente consideran que la norma FIFA discrimina a los jóvenes jugadores por su procedencia.
"No puede ser que un niño de Dinamarca, Colombia, Noruega o Chipre no tenga las mismas posibilidades de jugar que sus compañeros", cuentan.
Si todo sigue igual y los periodos de resolución no se agilizan, los clubes tomarán decisiones drásticas después del parón de Navidad. La Federación Andaluza, por ejemplo, ya está avisada de ello, pero es posible que este movimiento se extienda a otros rincones de España.
