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La FIFA está estudiando hacer unos cambios en el reglamento que, de llevarse a cabo, marcarían un antes y un después en la historia de un deporte que en los últimos años ha sufrido importantes cambios.

Siendo la llegada del videoarbitraje el cambio más drástico, a raíz de la pandemia por la Covid-19 los cambios que tienen los equipos en los partidos ya no se limitan a tres, si no a cinco. Además, la última novedad fue que únicamente el capitán pueda hablar con el árbitro en alguna decisión.

Ahora el organismo presidido por Gianni Infantino se está planteando introducir una serie de propuestas de cara al próximo Mundial para modificar las reglas del juego en su proceso de modernización.

Pierluigi Collina, excolegiado internacional y actual responsable arbitral de la FIFA, mantiene desde hace años una obsesión clara: acabar con la pérdida de tiempo sistemática y con una cultura del engaño que se ha normalizado dentro del juego.

Mientras que desde hace ya tiempo, Arsène Wenger, leyenda en el banquillo del Arsenal y actual consejero futbolístico, viene diseñanando un cambio drástico en la norma del fuera de juego.

Arséne Wenger, junto a Gianni Infantino. Europa Press

La iniciativa, conocida popularmente como la "Ley Wenger", busca modificar la interpretación actual de esta norma para favorecer el juego ofensivo y eliminar las polémicas derivadas de decisiones milimétricas que en los últimos años han protagonizado el arbitraje con tecnología VAR

La propuesta del francés establece un cambio fundamental en la determinación de la posición adelantada. Actualmente, un futbolista se considera en fuera de juego si cualquier parte de su cuerpo (cabeza, tronco o pies) está más adelantada que el penúltimo defensor.

Con la Ley Wenger, esta norma se modificaría radicalmente: un atacante estaría en posición irregular solamente si todo su cuerpo sobrepasa completamente al defensor.​

La frustración acumulada tras años de polémicas es el motivo por el que ha planteado este cambio. Y es que en la era del VAR y la tecnología semiautomática de detección de fuera de juego, se han anulado múltiples goles por diferencias imperceptibles al ojo humano

Wenger argumenta que esta nueva regla promovería "un fútbol mucho más ofensivo". El mismísimo Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ha respaldado públicamente la idea, señalando que en los 135 años de historia del fútbol solo se ha alterado esta regla en dos ocasiones.

La última modificación relevante ocurrió en 1990, cuando se permitió que un atacante estuviera en fuera de juego si estaba a la altura del segundo defensor, no solo del portero.​

La puesta en marcha

La propuesta no es meramente teórica. La FIFA ya está experimentando con esta nueva interpretación en competiciones menores para analizar su impacto real.

Las primeras pruebas se realizaron en ligas juveniles de Suecia, específicamente en la categoría Sub-21 masculina y Sub-19 femenina, además de competiciones inferiores en Italia y Países Bajos.​

La International Football Association Board (IFAB), el organismo encargado de redactar las reglas del fútbol, mantiene la propuesta en fase de evaluación.

La propuesta fue resubmitida recientemente a la IFAB después de dos años de aparente letargo. Según fuentes cercanas al proceso, la votación sobre la Ley Wenger podría celebrarse en 2026.​

Soto Grado, mirando en el VAR durante El Clásico. REUTERS

Si la propuesta avanza en el próximo análisis, primero deberá ser evaluada por un comité compuesto por 23 jugadores y 11 árbitros, cuyo jefe es el propio Wenger.

Si obtiene luz verde en esa instancia, la medida pasaría a una votación en el meeting general previsto para febrero, donde históricamente el 95% de las propuestas son aprobadas.​

El Mundial de 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, es un punto de inflexión crucial. La posibilidad de que el torneo más importante de fútbol sea de los primeros en aplicar esta nueva norma añade una dimensión adicional a este cambio revolucionario.​

El tiempo de juego

La otra norma que quiere implantar la FIFA es relativa al tiempo de juego en los partidos, ya que a día de hoy prácticamente ningún partido se termina en cuanto el cronómetro llega al minuto 90.

Ante este escenario, la FIFA estudia ahora una nueva regla: que todo jugador que reciba atención médica dentro del campo tenga la obligación de permanecer dos minutos fuera del terreno de juego.

La única excepción sería el portero, cuya salida generaría una desigualdad excesiva y pondría en riesgo la integridad competitiva del partido.

Pierluigi Collina, presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA. Europa Press

La propuesta busca que cualquier futbolista que solicite atención sepa que, además de detener el juego, dejará temporalmente a su equipo en inferioridad. No se pretende penalizar a quien realmente lo necesite, sino eliminar la tentación de fingir.

La propuesta le encaja a la FIFA dentro de una línea más amplia: convertir el fútbol en un deporte menos dependiente del engaño y más alineado con disciplinas donde la simulación se sanciona con severidad.