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El empate sin goles entre Alemania y España en la ida de la final de la UEFA Women's Nations League, disputado este viernes en el Fritz Walter Stadion, quedó relegado a un segundo plano tras el tenso incidente protagonizado por los seleccionadores de ambos combinados.

Al término del encuentro, el protocolo de deportividad se rompió cuando Christian Wück, técnico alemán, increpó visiblemente a su homóloga española, Sonia Bermúdez, durante el saludo final.

Las imágenes de la retransmisión oficial mostraron cómo Bermúdez se aproximó al área técnica local para estrechar la mano del entrenador rival. Wück, lejos de corresponder el gesto con la habitual cortesía institucional, sujetó la mano de la seleccionadora con brusquedad y la soltó de manera airada mientras le recriminaba diversas acciones del juego.

La preparadora española, ante la hostilidad manifiesta, optó por no entrar en la discusión y se retiró rápidamente hacia el túnel de vestuarios.

La explicación del enfado del técnico germano llegó minutos después a través de la cadena ZDF. Wück justificó su actitud aludiendo a una supuesta falta de juego limpio por parte del equipo español, citando maniobras específicas para interrumpir el ritmo del partido o evitar sanciones disciplinarias.

"Me han molestado cosas pequeñas, como cuando sujetaban a una jugadora para que no le sacaran tarjeta amarilla a pesar de ser una falta táctica", argumentó el entrenador.

Asimismo, criticó la gestión de los cambios por parte de España, señalando que una futbolista "que salía por un lado del campo, de repente quiso salir por mitad del campo".

El seleccionador alemán vinculó estas acciones a una diferencia cultural en la forma de competir, deslizando una crítica velada hacia el fútbol español: "Quizás así sea en el fútbol internacional. Quizás en España hagamos lo mismo".

Además, admitió que su frustración se vio agravada por el resultado, reconociendo estar "molesto" por no haber obtenido una victoria que consideraba merecida tras el dominio ejercido en el primer tiempo.

El seleccionador alemán Christian Wück, durante el partido contra España EFE

Por su parte, Sonia Bermúdez compareció ante los medios con un tono conciliador pero firme, evitando escalar la polémica verbalmente y remitiéndose a las pruebas visuales. "Yo he ido cordialmente, como siempre hago después del partido, a saludarlo. Él ha reaccionado así. No te puedo decir mucho más", declaró.

Bermúdez insistió en su incomprensión ante la conducta de Wück: "No lo he entendido mucho, yo he ido a saludarlo cordialmente, pero en las imágenes se puede ver cómo ha reaccionado".

En lo estrictamente deportivo, el choque reflejó dos partes diferenciadas. Alemania sometió a España durante los primeros 45 minutos, obligando a intervenciones decisivas de la guardameta Cata Coll y la defensa Irene Paredes para mantener el 0-0.

La selección española logró equilibrar el duelo en la segunda mitad, aunque sin generar peligro suficiente para alterar el marcador.

Este episodio añade una carga de tensión extra al partido de vuelta, que decidirá el título el próximo 2 de diciembre en el estadio Metropolitano de Madrid.

La relación entre ambos banquillos, ya desgastada tras la eliminación de Alemania a manos de España en la pasada Eurocopa, será uno de los focos de atención en el desenlace del torneo.