El regreso del FC Barcelona a su estadio, tras más de dos años en Montjuïc, se presentó como una celebración destinada a marcar un antes y un después en la historia reciente del club. Con un aforo parcial que ronda los 45.000 espectadores y una atmósfera de reencuentro, el nuevo Spotify Camp Nou abrió sus puertas como símbolo de modernidad y de una nueva etapa institucional. Sin embargo, la vuelta no ha generado una unanimidad tan sólida como esperaba la directiva, tras el comunicado de la plataforma Nosaltres que destaca una serie de irregularidades.
La crítica interna que incomoda: el comunicado de Nosaltres
Pocas horas después del primer partido disputado en el renovado estadio, la plataforma Nosaltres, vinculada al entorno de Víctor Font y con creciente peso entre los socios, difundió un comunicado que ha resonado con fuerza dentro del barcelonismo.
Aunque reconocen que el nuevo recinto apunta a ser una instalación de referencia mundial, el mensaje subraya varios puntos de preocupación que, según el grupo, no pueden pasarse por alto.
Uno de los pilares de su crítica gira en torno a los precios y al acceso del socio tradicional al estadio. Nosaltres advirtió que el coste actual de las entradas dificulta la presencia del aficionado local, desplazado por un perfil más turístico que, según denuncian, diluye el ambiente histórico del Camp Nou.
Este desequilibrio, señalan, compromete la identidad que siempre definió al coliseo azulgrana. A ello suman que varias zonas del estadio, incluida la grada de animación no han recuperado aún su estructura habitual, lo que genera un ambiente disperso y poco cohesionado.
Otro punto que destaca en el comunicado es la falta de coordinación en los cánticos y el ambiente general durante el partido de reapertura. Nosaltres describe un “guirigay” en las gradas, con cánticos iniciados desde distintos sectores sin seguimiento. Para la plataforma, este síntoma revela que el club ha desaprovechado una oportunidad para reforzar la cultura de grada justo en un momento simbólico. La sensación, según expresan, es la de una celebración a medias, donde la emoción del retorno convive con un estadio que no ha recuperado aún su alma.
Las sombras de la reapertura: precios, obras y dudas abiertas
Más allá de la crítica interna, la reapertura del estadio ha provocado reacciones encontradas entre los aficionados del Barça. Los precios, tal como menciona el comunicado, han sido uno de los principales focos de polémica, especialmente en las zonas más visibles del estadio, donde algunas entradas alcanzaron cifras inusualmente elevadas. Para el partido ante el Athletic Club, los tickets oficiales oscilaron entre 199 euros en las zonas más económicas y 1.500 euros en las ubicaciones premium, un rango que muchos socios consideran desproporcionado para un estadio aún en obras y con aforo limitado.
A esta situación se añadió una polémica inesperada: el uso de dos estadios distintos en una misma temporada de Champions League, algo que la normativa UEFA normalmente prohíbe. El organismo recuerda que el Artículo 25.08 de la competición “impide cambiar de estadio durante la fase de liguilla”, una regla que rara vez admite excepciones.
Según Barça Universal, pese a la restricción, el club presentó un informe justificando que la reapertura parcial del Spotify Camp Nou respondía exclusivamente al avance de las obras, lo que llevó a la UEFA a “dar luz verde de manera excepcional” al cambio de escenario de Montjuïc.
