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El FC Barcelona protagonizará este sábado uno de los días más esperados de su historia reciente: el regreso al Spotify Camp Nou tras 909 días de ausencia.

Un momento de enorme carga simbólica que el presidente Joan Laporta quiso contextualizar en una entrevista concedida a Catalunya Ràdio este viernes, donde desveló uno de los secretos mejor guardados de las últimas semanas: quién tendrá el privilegio de efectuar el saque de honor inaugural ante el Athletic.

Durante días, la especulación sobre este gesto ceremonial había generado todo tipo de conjeturas en el entorno barcelonista. Nombres de leyendas del club, directivos históricos e incluso el propio Laporta habían sonado como posibles protagonistas de un instante que quedará grabado en la memoria colectiva azulgrana.

Sin embargo, el mandatario del Barça optó por una decisión que refuerza el vínculo más profundo entre la institución y su afición: será un socio veterano quien realice ese primer toque de balón en el nuevo estadio.

"El saque de honor será de una persona representativa de toda la masa social barcelonista. Será un saque de honor normal y sencillo, pero de gran carga simbólica. Será el socio más antiguo que ha podido asistir, dada la movilidad de la persona", explicó Laporta.

Con estas palabras, el presidente dejó claro que el protagonismo del día debe recaer en quienes han sostenido al club con su fidelidad durante más de dos años de peregrinaje por el estadio Olímpico Lluís Companys.

La elección cobra mayor relevancia cuando se considera el contexto en el que se produce. El regreso al Camp Nou representa la culminación de un proyecto faraónico que ha supuesto enormes desafíos económicos, logísticos y emocionales para el barcelonismo.

Entrenamiento primer equipo del Barça en el Camp Nou Òscar Gil Coy Barcelona

La decisión de Laporta de ceder este honor a un socio veterano constituye un reconocimiento explícito a la paciencia y lealtad de una masa social que ha mantenido su compromiso pese a las incomodidades derivadas del exilio temporal del recinto de Les Corts.

Durante la entrevista, el presidente expresó su "sensación de día histórico" y manifestó que el regreso supone "volver a casa", destacando que la jornada evocará "momentos míticos" del pasado mientras se inaugura una nueva era.

La fecha elegida para el regreso tampoco es casual: coincide con el 148 aniversario del nacimiento de Joan Gamper, fundador del club, añadiendo una dimensión adicional de simbolismo al acontecimiento.

Días antes de estas declaraciones, la vicepresidenta Elena Fort había sugerido públicamente que Laporta merecería realizar el saque de honor "por la valentía que ha tenido al afrontar este reto".

No obstante, el presidente descartó explícitamente protagonizar ese momento, prefiriendo que el foco se sitúe donde siempre debió estar: en los socios del Barcelona, auténticos propietarios del club y verdaderos artífices de su grandeza.

El encuentro ante el Athletic servirá como prueba de fuego para un estadio que, aunque todavía en obras en algunas zonas, acogerá a decenas de miles de espectadores en su reapertura parcial.

El Barcelona afronta esta cita con la responsabilidad adicional de ofrecer una victoria que esté a la altura de las circunstancias, convirtiendo el regreso a casa en una celebración completa para un barcelonismo que lleva casi tres años esperando este momento.

El socio veterano que realice el saque de honor no solo inaugurará un nuevo capítulo arquitectónico, sino que simbolizará la continuidad de un legado construido durante 125 años de historia.