Han pasado dos décadas desde que un grupo de españoles liderados por Rafa Benítez transformó al Liverpool en un equipo campeón de Europa. En el centro de aquella revolución estaba Xabi Alonso, el cerebro elegante que orquestaba desde la medular con visión de estratega.
Este martes, el destino ha querido que el vasco regrese a Anfield, pero ya no vestirá de rojo. Ahora dirige al Real Madrid, el club donde jugó después de abandonar a los 'Reds' y con el que busca seguir construyendo su leyenda como entrenador. Un reencuentro cargado de nostalgia, respeto y la melancolía de lo que pudo ser y nunca fue.
Cuando Xabi Alonso llegó al Liverpool en el verano de 2004, procedente de la Real Sociedad, pocos imaginaban el impacto que tendría en la historia del club.
Xabi Alonso, parte del 'Spanish Liverpool'
El Liverpool llevaba años alejado de las grandes conquistas europeas, y la apuesta de Benítez por un mediocentro español de 22 años, acompañado de otros compatriotas como Luis García, Josemi y Antonio Núñez, parecía un proyecto de riesgo. Pero Alonso demostró desde el primer partido que había llegado para quedarse.
Sergio Andrés Medina, periodista y autor del libro sobre el 'Spanish Liverpool', recuerda a con claridad a EL ESPAÑOL aquellos primeros días: "Es llegar aquí a Merseyside y desde el primer partido ya dio una lección, una masterclass de balones en horizontal, de pase largo. Y en poco tiempo empezó a hablar inglés, titular indiscutible y la gente le quería, porque no solo es eso, también es que encajaba tanto en el club, con la afición, con los compañeros".
Alonso se convirtió rápidamente en el eje del equipo de Benítez, un mediocentro organizador con una elegancia natural para distribuir el juego, visión táctica privilegiada y una precisión quirúrgica en el pase largo.
Su dupla con Steven Gerrard formó uno de los mediocampos más equilibrados y letales de Europa. "Era uno de los jugadores que daban base al equipo", apunta. "A partir de Xabi y Gerrard se construyó todo lo demás".
La noche de Estambul
El 25 de mayo de 2005, en Estambul, Xabi Alonso escribió su nombre con letras de oro en la historia del Liverpool. Aquella final de la Champions League contra el Milan parecía perdida cuando el equipo italiano se adelantó 3-0 en el primer tiempo. Pero el Liverpool protagonizó la remontada más épica del fútbol europeo, y Alonso fue el artífice del gol que hizo el 3-3.
El vasco lanzó un penalti que Dida detuvo, pero fue el primero en llegar al rebote y empujó el balón a la roja. Ese gol no solo igualó el marcador, sino que desató la fe inquebrantable de un equipo que terminaría levantando la Orejona en la tanda de penales.
Xabi Alonso marca en la final de la Champions 2005.
"En el último partido de liga tiró Gerrard y falló. A la semana jugábamos la final y Rafa (Benítez) designó que yo era el lanzador, o Kewell. Y cuando pasó, Kewell no estaba. Lo tiré, lo fallé pero lo metí a la segunda. Y cambió la historia del Liverpool", recordó el propio Alonso en la previa del partido de este martes.
Aquella noche de Estambul consolidó a Alonso como leyenda del Liverpool. No solo por su contribución futbolística, sino por su personalidad, su liderazgo silencioso y su capacidad para entender el juego antes que los demás. "Ya entonces se comportaba y pensaba como un entrenador", desvela Sergio Andrés Medina. "Era la prolongación del técnico en el campo".
La salida que desmoronó un proyecto
La historia de Xabi Alonso en Liverpool pudo haber sido mucho más larga, pero los problemas económicos del club y las tensiones internas precipitaron su marcha en 2009. El Real Madrid de Florentino Pérez fichó al vasco por una cifra cercana a los 35 millones de euros, y su ausencia dejó un vacío imposible de llenar.
"Cuando se fue Xabi, el equipo lo notó mucho. Se cayó exactamente, ese mediocentro Alonso-Mascherano, que fue su escudero... Xabi más creativo y Mascherano más destructor, pero se complementaban súper bien", explica Sergio Andrés. "El club empieza a perder, a vender jugadores, Mascherano se va al Barça, Alonso se viene al Real Madrid, entonces pierde un poco su columna vertebral".
Xabi Alonso y Mascherano, durante su etapa en el Liverpool.
El fichaje de Alberto Aquilani, el italiano que debía suplir a Alonso, no funcionó. El jugador llegó tocado y nunca alcanzó el nivel del vasco. A partir de ahí, el proyecto del 'Spanish Liverpool' comenzó a desmoronarse. Fernando Torres se marchó al Chelsea, Benítez dejó el banquillo y el club entró en una crisis de la que tardaría años en recuperarse.
Regreso a Anfield
Dos décadas después de aquella mágica noche de Estambul, Xabi Alonso ha regresado a Anfield. Pero no como muchos aficionados del Liverpool esperaban.
Cuando Jürgen Klopp anunció su marcha al final de la temporada 2023-2024, el nombre de Alonso sonó con fuerza como su sucesor natural. El vasco había demostrado su valía como entrenador del Bayer Leverkusen, logrando un invicto histórico en la Bundesliga y conquistando títulos con un estilo de juego atractivo y moderno.
Sin embargo, Alonso decidió permanecer un año más en Alemania y, finalmente, aceptó la oferta del Real Madrid para sustituir a Carlo Ancelotti en el verano de 2025. Su impacto ha sido inmediato: 13 victorias en 14 partidos, liderato en LaLiga y una identidad de juego renovada basada en la intensidad defensiva y el dominio del balón.
"Los aficionados anhelaban con la llegada de Xabi Alonso para el inicio del nuevo proyecto, pero se acabó frustrando y llegó Arne Slot", apunta Sergio Andrés.
"Liverpool tiene algo... tiene un magnetismo. Está en ese escalón, en ese peldaño", reflexiona Sergio Andrés. "Es la mezcla exclusiva entre fútbol y música", dice.
Alonso vuelve a su antigua casa como rival, como entrenador del Real Madrid, y lo hace en un momento delicado para el Liverpool. Los 'Reds' atraviesan una crisis de resultados bajo la dirección de Arne Slot, mientras que el Madrid de Alonso llega en pleno estado de gracia tras golear al Valencia y vencer al Barcelona en El Clásico.
El técnico vasco ha rechazado entrenar en el césped de Anfield antes del partido, alegando motivos de seguridad táctica, pero la decisión también refleja el respeto y la emoción que le genera volver a pisar un estadio donde fue tan feliz.
Veinte años después, Xabi Alonso sigue siendo más que un nombre en Anfield. Es un símbolo de lo que el Liverpool fue y, para muchos, de lo que aún puede volver a ser. Su regreso como entrenador del Real Madrid cierra un círculo, pero también abre una herida: la del anhelo frustrado de verle dirigir algún día a los Reds desde el banquillo.
"Era un jugador muy listo, muy dinámico, muy rápido, muy intuitivo. Entonces, como cae bien en el vestuario, es un jugador que es muy bueno, es un jugador que la afición adora", concluye Sergio Andrés. "Cuando él salió, la gente ya se dio cuenta que era un error venderle".
Este martes, cuando suene el himno de la Champions en Anfield y Xabi Alonso pise la banda visitante, los aficionados del Liverpool recordarán al jugador que los llevó a la gloria. Pero también mirará con nostalgia al entrenador que, en otra vida, pudo haber devuelto la grandeza a su club. Porque en el fútbol, como en la vida, a veces lo que pudo ser pesa tanto como lo que fue.
