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El técnico del FC Barcelona, Hansi Flick, volvió a sentarse este sábado en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva Joan Gamper tras cumplir su partido de sanción en El Clásico.

En la previa del encuentro contra el Elche, correspondiente a la jornada 11 de La Liga, el entrenador alemán dedicó buena parte de sus intervenciones a abordar la situación de Lamine Yamal, quien atraviesa semanas de intenso escrutinio mediático y polémicas extradeportivas que le han puesto en el centro del debate.

Flick fue rotundo al establecer cuál es su filosofía para gestionar al extremo de 18 años. "Hablamos con él, con normalidad, somos muy sinceros, todos entre nosotros y es como funciona mejor. Siempre le voy a proteger y ayudar, es un chico joven, fantástico y seguiremos por el mismo camino", declaró el técnico.

El contexto que rodea estas palabras no es casual. Lamine Yamal ha estado en el ojo del huracán durante las últimas semanas por diversos motivos.

El primero y más sonado fueron sus declaraciones previas al Clásico en la Kings League, donde afirmó que el Real Madrid "roba", unas palabras que generaron enorme controversia y que provocaron encontronazos con jugadores madridistas al término del partido en el Bernabéu.

El segundo frente es físico: el extremo arrastra molestias de pubalgia que le han limitado en su rendimiento y que provocaron un pulso entre Flick y el seleccionador Luis de la Fuente por su gestión en octubre.

Ante este escenario de presión, el técnico alemán ha optado por blindar al joven talento mediante una estrategia que combina protección y exigencia a partes iguales.

Lamine Yamal, cabizbajo durante El Clásico contra el Real Madrid. REUTERS

Por un lado, rechaza dramatizar la situación y apuesta por tratarlo "con normalidad", a pesar del inmenso foco mediático. Por otro, mantiene conversaciones sin filtros donde le exige el nivel que espera de él, sin concesiones por su edad.

Esta filosofía de gestión se enmarca en una tradición que Flick ya ha mostrado en anteriores ocasiones. El entrenador ha insistido repetidamente en que "el ruido de fuera es demasiado alto" y que su responsabilidad es crear un entorno donde sus jugadores, especialmente los más jóvenes, puedan desarrollarse al margen de las turbulencias externas.

En el caso de Lamine, esto implica un equilibrio delicado: permitirle crecer como futbolista y persona mientras lo protege de una exposición mediática que puede resultar asfixiante para alguien de apenas 18 años.

La pubalgia

El alemán también actualizó el estado físico del extremo, confirmando que continúa sintiendo molestias aunque evoluciona favorablemente. "Todas las semanas se habla de Lamine. Está bien. Acabo de hablar con él. Algunos días nota algunas molestias. Está mejorando y esforzándose", explicó, dejando entrever cierta ironía sobre el constante escrutinio al que se somete cada aspecto de la vida del jugador.

Con estas palabras, Flick establece un mensaje claro tanto hacia dentro como hacia fuera: su prioridad es cuidar del desarrollo integral de Lamine Yamal, protegiéndolo de presiones externas mientras le exige el máximo nivel deportivo.

Una hoja de ruta marcada por la sinceridad, la normalidad y el apoyo incondicional a uno de los talentos más brillantes del fútbol europeo.