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"¿Has jugado alguna vez sin dolor?". "No, nunca". Esta fue la respuesta de Marc Gasol a la pregunta de una doctora durante un congreso. Una afirmación que deja en tela de juicio el desgaste físico de los deportistas de élite, cada vez más jóvenes y con carreras más longevas.

Uno de ellos, quien ejemplifica a la perfección la precocidad de los deportistas en el primerísimo nivel es Lamine Yamal. El futbolista del Barça de 18 años ya tiene en sus piernas minutos y partidos propios de un jugador de 22 o 23.

El extremo azulgrana suma ya 130 partidos como profesional, unos números que doblan los de otros jóvenes talentos que emergieron a su edad. Según un estudio de FIFPRO, con la edad de Lamine, Cubarsí llevaba 69 partidos, Gavi 60, Pedri 49, Fàbregas 45, Ansu Fati 45 e Iniesta 40. Una diferencia abismal.

Lamine lo ha jugado todo desde que asomó su cabeza en el Barça. Jugó 50 partidos y 2.958 minutos en la temporada 23-24 cuando no había cumplido los 17 y el curso pasado alcanzó los 55 choques y 4.548 minutos sólo con su club. Un ritmo infernal impropio para su edad que le ha acabado pasando factura.

Y es que las lesiones han llegado a su cuerpo, concretamente en el pubis. Las primeras molestias aparecieron en el primer parón internacional y le hicieron perderse cuatro partidos. Regresó el 28 de septiembre contra la Real Sociedad, jugó 90 minutos frente al PSG y volvió a recaer de su dolor en la parte inferior del vientre.

Una lesión delicada y que requiere de su tiempo para la recuperación y con la que conviene no tomar riesgos ni intentar acortar plazos. Así lo confirma en EL ESPAÑOL el Dr. Ángel Hernández, Jefe de Servicio de Traumatología del Hospital HM Torrelodones, y deportista Olímpico en Barcelona 92.

Recurrente en el fútbol

Ángel Hernández afirma que este tipo de lesión es común en el fútbol por los músculos que más se trabajan y especialmente en jugadores como Lamine Yamal.

"Cuánto más rápidos son los movimientos, ya sea explosivo o cambio de dirección, es más posible que tengas una lesión que afecta al pubis. Lamine es un jugador explosivo", apunta.

"Además, en el fútbol hay un trabajo del grupo muscular anterior de la pierna muy potente y no tan fuerte en los abdominales e isquios. Muchas veces produce variaciones en la báscula pélvica y eso puede acarrear una lesión", matiza.

Al doctor Hernández le sorprende que la lesión se produzca en Lamine ya que, en teoría, "un actor a favor para no sufrirla es la juventud". Señala que "es más frecuente en deportistas que van teniendo una musculatura más trabajada".

Sostiene que "la sobrecarga de partidos supone un factor de riesgo, así como la indisciplina fuera del terreno de juego y no respetar los procesos de recuperación".

La recuperación

Lamine Yamal espera regresar tras el parón de selecciones, pero es fundamental que no arriesgue lo más mínimo si no quiere volver a recaer por tercera vez.

"El origen de la patología está relacionado con un desbalance y asimetría de la musculatura del paciente. Esto provoca una patología que no se cura con el reposo y que necesita un tratamiento fisioterápico muy intenso y en ocasiones intervención quirúrgica", apunta el doctor Hernández, quien afirma que la recuperación puede variar mucho.

Hansi Flick da una palmada a Lamine Yamal en el Barça-Real Sociedad. EFE

"El tiempo de recuperación guarda relación con la gravedad. Hay osteopatías de pubis con mucha inflamación en el pubis y desbalance muscular y donde los pacientes tienen mucho dolor. Otros acuden rápidamente al especialista y se soluciona más rápido", dice al respecto.

"Puede solventarse el problema en tres semanas o cuatro en el mejor de los casos o entre cuatro o cinco meses o más si hay intervención quirúrgica si la osteopatía lleva tiempo cronificada y con una inflamación del pubis importante", añade.

Pasar por quirófano es poco habitual, pero existe el riesgo. "Normalmente, el porcentaje de pacientes que necesitan intervención quirúrgica es escaso. Alrededor del 10%. Suele ser en pacientes que desde el inicio tienen mucho edema óseo en el pubis, desbalance muscular y algún inicio de lesión muscular en los aductores".

Ángel Hernández reconoce que "hay que tener cuidado con la recuperación" y que "lo ideal es trabajar todos los grupos musculares que intervienen en la pubalgia (isquios, recto anterior, cuádriceps y abdominales) para tener una musculatura suficientemente compensada".