La Policía Nacional ha detenido a 21 personas relacionadas tras los graves incidentes ocurridos en la previa de la final de la Copa del Rey disputada el pasado 26 de abril entre el Real Madrid y el FC Barcelona.
Los arrestados, vinculados a los grupos ultras Boixos Nois y United Family, protagonizaron violentos enfrentamientos con agentes policiales en la plaza de San Francisco de Sevilla, dejando una docena de agentes heridos.
Según informa la Policía Nacional, los detenidos mostraron una "extrema violencia" contra los policías que formaban parte del dispositivo de seguridad desplegado para la final.
La operación, coordinada por la Comisaría General de Información (CGI), se ha saldado con la detención de 14 individuos en Barcelona, uno en Tarragona, uno en Girona y cuatro en Sevilla. Además, se suma un arresto más practicado el mismo día de los hechos, correspondiente también a un miembro de Boixos Nois.
Los delitos
A todos los implicados se les atribuyen delitos de desórdenes públicos, daños y pertenencia a grupo criminal. Uno de ellos también afronta cargos por atentado contra la autoridad y lesiones.
Durante los disturbios, los aficionados radicales causaron daños en el mobiliario de un bar cercano y lanzaron objetos contundentes como mesas, sillas y mobiliario urbano para dificultar la actuación policial.
Estos hechos motivaron el inicio de la llamada "Operación Cañebolo", desarrollada por las Unidades Territoriales de Información de las Jefaturas Superiores de Policía de Cataluña y Andalucía Occidental, con la coordinación de la CGI y el apoyo de la Oficina Nacional del Deporte (OND).
La Policía Nacional ha destacado que esta operación demuestra su compromiso y determinación por erradicar la violencia en el fútbol, reafirmando su política de “tolerancia cero” frente a los movimientos extremistas y radicales en el ámbito deportivo.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, permanece abierta y no se descartan nuevas detenciones.
