Hay un refrán popular que dice que "el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra" y esto es precisamente lo que está pasando al Barça. De nada sirvió que saltaran las alarmas tras la derrota ante el PSG en Champions, ante el Sevilla se volvieron a cometer los mismos errores.
Ante el reflejo del equipo que Flick diseñó la temporada pasada, el espejo empañado muestra un conjunto que nada tiene que ver con el que hace unos meses ganó La Liga, la Copa del Rey y fue semifinalista de la Champions. El Barça ha perdido eficacia en ataque -aunque era previsible con las bajas de Lamine Yamal y Raphinha- y en defensa los errores no se han subsanado, más bien lo contrario.
El conjunto azulgrana hace aguas atrás. Una carencia que se vislumbró la temporada pasada y que ahora se ha agudizado. La salida de Íñigo Martínez rumbo Al-Nassr ha sido más dolorosa de lo que se suponía. Quizás Flick ya lo veía venir y por eso trató de convencerle para que se quedara.
Si bien ante el Paris Saint-Germain el Barça hizo una buena mitad de la primera parte y a partir del gol del empate de Mayulu se mostró un equipo que estuvo a merced del vigente campeón de Europa, ante el Sevilla no se vio a un conjunto que tenía como objetivo sumar una nueva victoria para irse al parón de selecciones liderando la clasificación de La Liga.
Ante el cuadro hispalense, en la primera mitad los errores no dejaron de sucederse. Uno detrás de otro. Tras el paso por los vestuarios, Flick volvió a agitar el árbol a ver si daba el mismo resultado que en los tres partidos anteriores en los que el Barça había conseguido ganar tras verse por debajo en el marcador, sin embargo, los cambios no dieron resultado y de la goleada se extraen varias conclusiones.
Un tridente mermado
El de Heidelberg ha tenido que hacer frente a las lesiones de Lewandowski, Lamine Yamal y Raphinha, perdiendo así el tridente de gala que la temporada pasada registró 94 goles y 46 asistencias.
El delantero polaco se perdió los tres primeros partidos de Liga tras sufrir unas molestias musculares en el bíceps femoral del muslo izquierdo. Aun así, el Barça consiguió sacar adelante dos partidos y empató en el último. La irrupción de Ferran Torres disimuló su ausencia.
Lewandowski realiza ejercicios de calentamiento.
Once días después de su regreso, quien se lesionó fue Raphinha. El brasileño tiene una lesión muscular en el tercio medio del bíceps femoral de la pierna derecha, unas tres semanas de baja aproximadamente -aunque si se cumplen los plazos regresará ante el Girona tras el parón-.
Y por último está el caso de Lamine Yamal. Según Flick, el extremo jugó tocado 73 y 79 minutos respectivamente en los dos partidos que disputó España en la clasificación para el Mundial de 2026 ante Bulgaria y Turquía.
El resultado fue una lesión en el pubis que le hizo estar alejado de los terrenos de juego durante dos semanas, perdiéndose así un total de cuatro partidos (Valencia, Newcastle, Getafe y Oviedo).
Reaparició en el 58' ante la Real Sociedad y fue clave en la victoria con una asistencia a Lewandowski. Jugó de titular y los 90 minutos ante el PSG y el resultado ha terminado siendo una nueva recaída que le llevará a estar de baja otras 2 o 3 semanas, perdiéndose así los partidos de la Selección para los que había sido convocado.
Fermín López y Lewandowski hablan durante el partido ante el Newcastle.
El fondo de armario tampoco está siendo de gran ayuda a excepción de Ferran Torres, quien lleva 10 goles y es el pichichi español. Dani Olmo está teniendo pocos minutos y a la vista está de que no es la primera opción de Hansi Flick. Fermín López jugó media hora en la victoria ante el Getafe y se ha perdido los últimos cuatro partidos debido a una lesión muscular en el psoas ilíaco izquierdo.
Mientras que Rashford trata de aprovechar al máximo los minutos que le da el alemán: tres goles y cinco asistencias en los últimos siete partidos, números con los que perfectamente podría ser titular en el futuro, pero con el regreso de Raphinha todo hace indicar que su rol cambiará a no ser que Flick le ubique como mediapunta en detrimento de Olmo y Fermín.
La sala de máquinas del Barça se salva de la quema. Frenkie de Jong y Pedri están haciendo una temporada notable, aunque la del canario es más bien de sobresaliente. Sin embargo, ante el Sevilla estuvieron totalmente desbordados y no se entendieron con la delantera.
Un problema central
Por último, la defensa. El gran quebradero de cabeza de Flick. A pesar de que el alemán quiere ser fiel a su estilo con la defensa adelantada, los rivales le han pillado el truco. Además que no está tan bien organizada como la temporada pasada: la ausencia de Íñigo Martínez lo explica todo.
El central vasco era, sin duda, el jefe de la zaga. Junto con Koundé y Balde en los laterales y Cubarsí de compañero en el eje, el Barça acertó con una propuesta que no dejaba de ser arriesgada. Sin embargo, con tantos cambios en el once no existe un orden claro.
Dentro del club se confía en el trabajo que se está realizando y no describen de una forma tan dramática la situación, aunque hay mucho por trabajar y las derrotas no perdonan.
