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Las facturas de un derbi pueden llegar a ser muy dolorosas. El bando perdedor siempre sale muy señalado de un partido tan especial como este, y las consecuencias pueden agravarse si el resultado es desorbitado.

Eso es precisamente lo que ocurrió en el último episodio de los enfrentamientos civiles entre los dos grandes equipos de la capital. El Atlético retrató las debilidades del Real Madrid con una 'manita' inédita en 75 años y hace que muchos salgan señalados con el dedo. 

No es un partido que eche por tierra todo lo bueno andado por el equipo de Xabi Alonso hasta ahora, pero sí es una herida que hace daño y que va a tener que trabajar para cerrarla. 

Kylian Mbappé se lamenta en el partido ante el Atlético. REUTERS

Lo cierto es que muy pocos se salvan de la quema en el lado merengue por lo sucedido en el Metropolitano. Empezando incluso por el propio entrenador, que tomó la dudosa decisión de apostar por Bellingham en el once por primera vez en la temporada. 

Quitando a Courtois, Mbappé, Güler o incluso Vinicius, el resto no terminaron de encontrarse y estuvieron lejos de su mejor versión en un momento importante del curso. Demasiados suspensos y una excesiva apatía que terminaron que alertan de que no todo va a ser un camino de rosas para el Real Madrid esta temporada.

La defensa no puede

Courtois es uno de los pocos nombres que se salvan de la quema por lo sucedido en el Metropolitano. Poca culpa tuvo él de encajar la increíble cifra de cinco goles, porque apenas pudo hacer algo más en cada uno de ellos. Incluso tuvo alguna intervención de mérito que evitó un resultado más abultado en su antigua casa.

De la línea defensiva no hay nadie que pueda aprobar en este partido. Ni Carvajal ni Carreras aportaron la solidez suficiente en la zaga como para evitar las acometidas atléticas por sus laterales. Carreras, de hecho, sale en la foto del gol de Sorloth como alguien que no acierta a cerrar su posición.

La historia no fue mejor con los centrales. Militao tuvo que marcharse con molestias después de una acción de mucho mérito ante Sorloth, pero Huijsen vivió seguramente su partido más duro vestido de blanco. No cubrió a Le Normand en el primero y fue superado por Sorloth en el segundo tanto, demasiadas fotos negativas en un mismo partido. Con Asencio las cosas tampoco fueron mejor en la segunda mitad.

La aparición de Bellingham

La gran novedad del equipo fue la entrada en el once inicial de Jude Bellingham. La presencia del inglés condicionó la confección del equipo y el resultado no fue ni mucho menos el esperado. 

Fede Valverde no estuvo acertado en este nuevo rol que sigue generando muchas dudas. Un fallo grosero suyo desembocó en el quinto gol y redondeó un día para olvidar.

Tampoco fue mejor la jornada para su compañero en la zona ancha, Tchouaméni. El francés pasó con más pena que gloria por el Metropolitano y en ningún momento fue capaz de imponer su ley para atajar al Atlético.

Bellingham también suspende. Pocas cosas positivas se pueden sacar del regreso del inglés, un jugador sobresaliente que aún tiene que ir recuperando sensaciones tras su ausencia. Le ha dado mucho al Real Madrid, pero sin duda ha tenido días mucho mejores.

Camavinga, Mastantuono, Rodrygo o Gonzalo, el resto de cambios, tampoco sirvieron para lavarle la cara al equipo y se contagiaron de la negatividad madridista.

Mbappé y Vinicius se abrazan tras el gol del francés en el derbi. REUTERS

Tan sólo se salvan Güler, Vinicius y Mbappé como jugadores de campo. Entre ellos fabricaron los dos goles madridistas que fueron agua en el desierto. En un equipo que apenas llegó a conectar con la parte de arriba, encontraron la forma de hacer magia para creer que otro resultado era posible.

Güler se asoció con Mbappé en el primer gol para demostrar que el francés sigue de dulce y este año no falla. Vinicius fue el que armó la jugada del segundo para que la finiquitara el turco. 

Xabi Alonso, también en la lupa

De la 'manita' del derbi también sale tocado Xabi Alonso. Su primera experiencia en este tipo de encuentros no pudo ser peor, y aunque traía al equipo en una dinámica inmejorable con pleno de victorias, de repente llegó un estrépito a todas luces inesperado.

Fue de dudosa conveniencia su apuesta por Jude Bellingham en el once inicial viendo el nivel del inglés y lo que condicionó al resto del equipo. Favoreció así el debate sobre el nuevo rol de Valverde y si no estaría mejor aprovechado unos metros más cerca de la portería contraria.

Tampoco fue capaz de darle la vuelta a la situación. Tras un inicio de partido terrible, la segunda parte fue la más absoluta nada ofensivamente hablando para los blancos. Los cambios no contribuyeron a un giro del guion y ahora tendrá que trabajar en recuperar las sensaciones perdidas.