El madridismo tiene razones para sonreír. Con Xabi Alonso a los mandos, el conjunto cuenta sus partidos por victorias —es líder en solitario en La Liga— y vuelve a jugar como un equipo. Todo marcha a pedir de boca. O casi todo.
Es un tema de roles. El que persigue a Xabi dentro del campo y en las salas de prensa. El técnico tolosarra tiene a su líder, Kylian Mbappé, pero no da con la tecla respecto al papel de su supuesta segunda gran estrella, Vinicius Jr.
Mbappé y Vinicius son ahora dos realidades casi opuestas. Uno vive su mejor momento en el Real Madrid y rebosa confianza, la misma que le falta a su compañero desde hace casi un año. Y en medio de todo, el Balón de Oro.
Ninguno de ellos estuvo en París este lunes, en la gala que vio consagrarse a Ousmane Dembélé como mejor futbolista del mundo. La presencia madridista se redujo a Caroline Weir, nominada al premio femenino.
El Real Madrid mantuvo su postura de no acudir a la gala de France Football, pero sí dio la opción a sus jugadores de ir si querían. Ni Mbappé ni Vinicius —igual que Bellingham, Huijsen y Courtois, también citados— quisieron, a 24 horas de enfrentarse al Levante (21.30 horas).
Sin embargo, tanto el uno como el otro sí estuvieron en la ceremonia en espíritu. Se habló de ellos, con el recuerdo de lo ocurrido con Vinicius hace un año que ocasionó la ruptura total de relaciones del Madrid con la revista gala.
También por lo que muchos hoy esperan de aquí a un año de Mbappé, 7º en la votación general de 2025 y sin el Trofeo Müller a mejor delantero —a pesar de ser la Bota de Oro de la temporada—. En el Madrid no pierden el tiempo en pensar en la gala del año que viene, pero bien sirve para introducir la situación de sus dos estrellas.
Mbappé celebra el gol marcado ante el Espanyol
Mbappé se lo está poniendo fácil a Xabi. El tolosarra pidió líderes y Kylian se levantó el primero. Siete goles en cinco jornadas de Liga y una de Champions. El delantero francés, tras un año de adaptación, vuelve a ser el de siempre, sumando que ahora defiende como nunca.
Xabi ya conocía las cualidades y el gol de Mbappé, pero ha sido su entrega lo que le ha terminado de prendar de él. Es lo que quería Alonso de sus delanteros, lo mismo que precisamente ayudó a catapultar este año a Dembélé al Balón de Oro.
Ahora mismo, es de los jugadores más decisivos. En las grandes ligas de Europa, solo le supera Harry Kane. El inglés ha marcado 13 goles en siete partidos —8 en la Bundesliga, 2 en Champions, 2 en Copa y 1 en la Supercopa—, firmando números de otra galaxia.
En el segundo escalón estaría Mbappé junto al que en teoría ha de ser su rival generacional, Erling Haaland. El noruego también lleva siete goles, aunque el reparto es diferente: seis en la Premier League y uno en la Champions.
Vinicius se lamenta en una acción durante el partido ante el Espanyol.
Se puede hablar de Mbappé como el jugador en más forma, pero bien distinta es la situación de Vinicius. Mientras Kylian ha jugado el 99,2% de los minutos totales de esta temporada (536 de 540), el brasileño apenas el 64,6% (349').
La historia ya se sabe: Vinicius no ha completado en lo que va de curso ningún partido entre sustituciones (cuatro) y suplencias (dos). La situación le incomoda, como deja ver con sus enfados ante Xabi cuando este le quita del campo.
Alonso dice no estar preocupado, que es natural que a un jugador le moleste ser cambiado y que Vinicius tiene que sentirse a gusto para ser importante. "Todavía queda mucho", dijo el técnico para no quitar esperanza a su jugador para la temporada.
Este lunes hubo reunión de Valdebebas entre el agente de Vinicius, Frederico Pena, y el club. Duró dos horas, en las que se hablaría de una renovación que sigue enquistada aunque el jugador insiste en querer firmarla. También de su estado anímico.
Porque Vinicius no es el que era. En el campo no le salen las cosas como antes, partiendo desde una fatídica fecha: el 28 de octubre de 2024. Aquel día se llevó el 'palo' por no ganar un Balón de Oro que parecía cantado para él. Mejor dicho fueron 24 horas antes, cuando a su entorno ya le llegó la noticia.
Este martes, en el Ciutat de Valencia, contra el Levante, Vinicius cumplirá 50 partidos oficiales con el Real Madrid desde aquel momento. Cuando clamó su famoso "Eu farei 10x se for preciso" ("Lo haré x10 si es necesario"), aunque el efecto fue el contrario.
Sin ser catastrofistas, el Vinicius después de aquel golpe que sintió personal (16 goles y 13 asistencias en 49 partidos) no es el de antes (31 goles y 14 asistencias en los 49 partidos anteriores).
Aunque la versión de Vinicius tras el Balón de Oro de Rodri no dista tanto del segundo clasificado de este año, Lamine Yamal, con unos números de 14 goles y 21 asistencias en 44 partidos.
Vinicius tiene que seguir, es lo que le pide Xabi. El entorno del jugador no cree que la directiva del club esté detrás de su pérdida de protagonismo. El técnico defiende que es un tema de rotaciones y que todos, antes o después, pasarán por ahí. El madridismo espera a su '7'; mientras tanto celebra a su '10'.
