Leo Messi firmó una nueva exhibición con la selección argentina, aunque titulares así ya no son noticia. Sí lo fue el último partido oficial que el capitán jugó en territorio albiceleste. Ante Venezuela, el Monumental despidió a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Desde el momento en el que sonaron los himnos, Messi fue incapaz de aguantar las lágrimas al ver un estadio abarrotado de aficionados que querían ser testigos de su último partido con la selección en Argentina. El de Rosario tuvo una despedida por todo lo alto.
El país albiceleste ya empieza a prepararse para la despedida definitiva de un jugador que no asegura disputar el Mundial del próximo año. De hecho, sobrecogió a su país al asegurar que "lo más lógico es que no llegue".
Messi está dando ya las últimas pinceladas al mosaico donde aparece reflejada toda su carrera deportiva. El argentino se quiere despedir, como mínimo, liderando a su equipo en una clasificación para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá que la albiceleste ya tiene asegurada.
Muestra de ello fue el partido que realizó ante Venezuela. A pesar de un comienzo de partido donde estuvo algo desconectado, una vez que abrió el marcador ya ningún rival le pudo parar. Terminó firmando un doblete, recibió el amor de su afición y también fue el causante de un encuentro no apto para los más sensibles.
La despedida
Messi salió al campo de juego junto a sus tres hijos, Benjamín, Thiago y Mateo, además de Antonela, su mujer. La emoción se apoderó del máximo goleador de la selección argentina: apenas pisó el césped para la entrada en calor, intentó sin éxito contener las lágrimas.
Un poco después, aferrado a sus hijos durante el himno nacional argentino, pareció verse sobrepasado por el canto ensordecedor de miles y miles de argentinos, ante lo que eligió el mutismo.
Una bandera lo homenajeó desde la segunda bandeja de las gradas: "Gracias por todo, mi capitán".
La pancarta de los aficionados argentinos que rindieron homenaje a Messi.
Si bien siempre es protagonista excluyente de cada partido del combinado, esta vez todo el espectáculo lo tuvo en el centro de la escena, aun cuando el 10 no resaltó durante buena parte del primer tiempo, hasta que llegó la apertura del marcador.
Julián Álvarez cedió una chance inmejorable de frente al arco para que Messi pudiera anotar el 1-0 al minuto 39, tras una recuperación y pase filtrado de Leandro Paredes, ante lo que todo el equipo argentino lo buscó para el abrazo del festejo.
Más cantos resonaron en la noche de Buenos Aires: "Vení, vení, cantá conmigo que un amigo vas a encontrar, que de la mano de 'Leo' Messi toda la vuelta vamos a dar" y "Olé, olé, olé, Messi, Messi" fueron los modos de la multitud para empezar a despedirse de su número 10.
Un poco después, tras una ocasión clara que malogró al definir sobre el cuerpo del arquero venezolano al minuto 60, el aliento inmediato bajó de las tribunas con un sonoro "Messi, Messi, Messi".
El 2-0 para el equipo local llegó, por enésima vez en los veinte años de su carrera celeste y blanca, gracias a una genialidad del capitán, cuando cobró rápidamente una falta para habilitar a Nicolás González, que desbordó y conectó su centro con la cabeza de Lautaro Martínez.
A los 80 minutos, tras otra cesión ante un arco casi vacío, esta vez de Thiago Almada, Messi gritó el 3-0, segundo de su cuenta personal, para delirio de la hinchada, que volvió a corear su nombre y agregó gestos de reverencia.
Minutos antes del pitido final, el público solo se dedicó a corear su nombre además de mencionar el próximo desafío del equipo del entrenador Lionel Scaloni, al cantar "el que no salta, no va al Mundial".
Una ovación eterna, los abrazos de sus compañeros de equipo y espectaculares fuegos artificiales arroparon a Messi en uno de los primeros cierres de su inigualable carrera futbolística.
¿Objetivo Mundial?
Respecto a la posibilidad de poder estar con la selección de Argentina en el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026 recordó que "lo dije después del Mundial pasado: por edad, lo más lógico es que no llegue. Ya estamos ahí, estoy ilusionado, con ganas, pero es día a día, partido a partido".
"Tuvimos una seguidilla de partidos este año. Estuve parado unos días y volví, me resentí. Ahora pude jugar tres partidos seguidos. Es día a día, sintiendo sensaciones. Estoy tratando de sentirme bien y de ser sincero conmigo mismo", añadió.
"Cuando yo me siento bien, disfruto. Si no estoy bien, la paso mal y prefiero no estar. Voy a ir día a día", apuntó el ex del Barcelona, que confirmó que no viajará a Ecuador para jugar con Argentina para poder descansar..
