Llega el primer parón de la temporada en La Liga. Lo hace con el Real Madrid como líder en solitario, pero con todos los ojos puestos en el colectivo arbitral. Nada ha cambiado a pesar de la reestructuración del CTA. Quieren dar un paso más, pero están en el punto de mira.
Concretamente, el organismo arbitral ha dado luz verde a que se aplique ya uno de los nuevos cambios que estaban previstos para esta temporada: que los colegiados den a conocer los motivos de las decisiones más polémicas de cada jornada.
Fran Soto, recientemente nombrado presidente del CTA, llegó al cargo con la idea de mejorar en transparencia y claridad. Y tan solo han hecho falta tres jornadas para evidenciar que estos términos son absolutamente esenciales.
De hecho, está previsto que los árbitros comiencen con esta nueva idea desde esta misma jornada. Queda por ver el formato, si es en un vídeo o a través de un escrito, pero sí que han decidido dar ese paso en busca de lograr una credibilidad que está quedando en entredicho.
Inicio complicado
Y es que las primeras jornadas de La Liga no han sido nada fáciles para los árbitros. En 30 partidos ya se han visto varias acciones polémicas, pero son algunas muy concretas las que han generado todos los revuelos.
La última llegó con el penalti sobre Lamine Yamal en el duelo del Barça contra el Rayo Vallecano. Una infracción inexistente y que Busquets Ferrer no dudó ni un instante en castigar. Las repeticiones no dieron lugar a la duda, pero nada se pudo hacer fruto de los problemas con el VAR.
"No voy a decir que adultera la competición, pero sí te distrae. No puedes estar jugando cinco minutos con VAR y cinco minutos sin él. Saber que hay VAR cambia la conducta de los jugadores y de los líneas, lo sé porque he jugado, pero es algo que simplemente se ve", reflexionó Iñigo Pérez.
Un día antes, en el Bernabéu, el Real Madrid volvió a vivir una actuación más que cuestionable de los árbitros. Esta vez fueron José María Sánchez Martínez y Mario Melero López los protagonistas. Mbappé y Güler, los grandes perjudicados.
Con el francés no hay tantas dudas, pues sus goles fueron anulados por fuera de juego, pero Güler sí que tuvo motivos de queja. El turco firmó su doblete para sentenciar al Mallorca, pero su tanto fue anulado de forma incomprensible.
Tras una gran jugada de Mbappé y Franco Mastantuono, el argentino armó el disparo, pero Leo Román evitó el gol con el pie. El rechace le quedó a Valjent y en su intento por despejar el balón le dio a Arda Güler, quien se encontraba a escasos metros de él.
En un acto reflejo el '15' del Real Madrid se protegió la boca del estómago y el balón siguió en movimiento en el interior del área del Mallorca. Tras una nueva intervención del portero, el turco aprovechó el rechace, aunque incomprensiblemente el gol no terminaría subiendo al marcador.
Y es que según la 'Regla 12: Falta y conducta incorrecta del reglamento oficial de la Federación Española de Fútbol', en el apartado "tocar el balón con la mano", define que si un jugador intenta marcar gol tocando deliberadamente el balón con la mano, se sanciona la acción y no se valida el gol.
No obstante, esta norma también aplica a que "si el jugador marca directamente con la mano, sea de forma voluntaria o accidental se considera infracción y la jugada se debe anular". No obstante, Güler no toca el balón con la mano en el momento en el que ejecuta el remate a puerta.
De Simeone a Raillo
Sin embargo, la de Arda Güler no ha sido la acción de mala ejecución de reglamento en lo que vamos de temporada. Que se lo digan si no al Alavés y al Mallorca.
La del conjunto vitoriano tuvo lugar contra el Atlético de Madrid este pasado sábado. Pablo González Fuertes, previsto para ser el árbitro del VAR en el Real Madrid-Mallorca, acabó siendo mandado a la nevera por una decisión inadmisible.
El asturiano, presente también en el VAR, del Alavés - Atlético no anuló un gol totalmente ilegal de Simeone. El argentino encontró el fondo de las mallas de Sivera, pero el guardameta estaba muy adelantado y entre el jugador rojiblanco y la línea de gol solo había un defensor del Deportivo Alavés.
En ese caso, el reglamento obliga a la presencia de dos futbolistas por detrás del portero para que sea legal. No lo vieron y acabaron dando validez al tanto.
Antes, en la primera jornada, llegó la acción de Raíllo en el Mallorca - Barça. El central bermellón cayó tendido al suelo conmocionado tras recibir un balonazo en la cabeza fruto de un remate de Lamine y, tras varios rechaces, Ferran Torres marcó el gol.
José Luis Munuera Montero se llevó el silbato a la boca dispuesto a parar el partido para atender al jugador. Así lo dice el reglamento: si un jugador recibe un golpe en la cabeza hay que detener el juego de forma inmediata. No lo hizo, dejó seguir y el Barça marcó un gol.
De momento, el inicio de temporada ha sido muy complicado para los árbitros en La Liga. Están en el punto de mira y la presión sobre ellos va a ser cada vez mayor. Ahora pasarán a dar explicaciones públicas, quién sabe si convincentes o no para los clubes afectados por sus decisiones.
